Siempre escuchamos que las crisis son oportunidades para cambiar y transformar nuestra vida, en este caso la pandemia debido al virus que sacude al mundo nos llevó a aislarnos en casa, como forma preventiva. Al encontrarnos en esta nueva realidad todo necesita reacomodarse para adaptar lo pasado y seguir adelante con fluidez.
La comunicación interna siempre va a ser nuestro guía más confiable, para develar como nos sentimos, por eso en esta situación que nos sorprendió intrépidamente lo más sano seria aquietar el parloteo de nuestro sistema de pensamientos como primera acción a realizar, percibir las emociones que invaden nuestra consciencia y desde allí asumir la responsabilidad de nuestro cuidado esencial, seleccionar como trascender cada día, desde la alimentación que precisa el cuerpo físico como así también ejercicios para darle movilidad a las articulaciones y activando todos los sistemas vitales. Priorizar y seleccionar la información que vamos a ingresar a nuestra mente ya sea gráfica, televisiva, mensajes del teléfono o redes sociales.
Está en nosotros, como aceptar cada momento en el confinamiento que estemos evidenciando. Buscando ampliar nuestros sentidos desde una actitud mental madura, y saludable desde reinventarnos en nuevas actividades para descubrir nuestras capacidades latentes, estudiar algo que nos guste, desde la web accedemos a tutoriales de diferentes técnicas manuales, de forma gratuita. Podemos escuchar música, bailar, leer, meditar, aprovechar el tiempo para descubrir eso que nos hace felices y en ese buen estado anímico compartirlo con los integrantes de la casa o en una llamada por whatsapp, que sería la emoción más sanadora que podemos incorporar en nuestro diario vivir.

Un curso para entendernos mejor
Consideramos conveniente compartirles algunas reseñas de las 17 clases del curso gratuito de Bioneuroemoción de Enric Corbera Institute que compartió por la web para acompañar en esta situación que el mundo está viviendo.
Corbera describe que los problemas se pueden gestionar al concientizar el vínculo que tienen el cuerpo, la mente y las emociones. El trabajo consiste en cambiar la percepción de lo interno y externo en el mundo comprendiendo que la información inconsciente trasmitida por nuestra cultura y nuestra familia serian la causa de cómo está construida nuestro sistema de pensamientos; como resultado, el carácter y la forma de percibirnos a nosotros mismos y al entorno.
El método tiene como objetivo lograr un cambio de esa información dando lugar a crear una realidad nueva que abrace el bienestar. Es importante saber que la Bioneuroemoción no puede asemejarse a una terapia o tratamiento, él como psicólogo da una visión más holística que potencia la salud emocional sumándose a otras disciplinas y perspectivas que ayuden a sanar esa conexión cuerpo y emoción.
El método se enfoca en identificar aquellos aspectos de nuestra forma de ser que nos limita: creencias, pensamientos, conductas, traumas, etcétera. Para transformarlos en elementos que potencien nuestra libertad y nuestra abundancia. Promueve la autoevaluación en cada individuo para asimilar que lo sucedido en nuestra vida no es casualidad, que todos tenemos la capacidad de observar los problemas, empezar a ocuparnos y dejar de preocuparnos, enfocándonos en crecer como seres humanos gestionando nuestras emociones.

Algunas de las reseñas del curso
No existe un problema sino mí problema: Cada situación encierra un aprendizaje. Lo que sucede, aunque parezca global, es una crisis y un reto personal de cada uno de nosotros.
¿Qué implica para mí este cambio? ¿Qué me genera estrés?

No hay luz sin oscuridad: Son los momentos de oscuridad como el que vivimos los que nos permiten ver cómo se iluminan con luz propia aquello que antes no éramos capaces de percibir. Jung decía algo así como que para elevarse hasta el cielo necesitamos que nuestras raíces lleguen bien profundo en el suelo. ¿Qué extraño? ¿Qué necesitaba para ser “feliz” en mí día a día? ¿Con qué personas estoy feliz de aislarme y a cuáles realmente extraño? ¿Qué me obligo hacer en esta situación y me quita tiempo para mí?

El ruido que todo lo bloquea: A veces es necesario un silencio para valorar lo que lleva tiempo sonando. Las excusas, las justificaciones, las rutinas y las tendencias nos hacen seguir anclados en las mismas situaciones una y otra vez ahora sí o sí tenemos que estar con nosotros. Entramos en otro espacio, en un silencio que lo podemos llenar con nuevas reflexiones y proyectos. No conseguimos lo que necesitamos porque ni siquiera alcanzamos a oírnos.
Si todo el mundo asume su responsabilidad dejaremos de ver culpables: “Me siento solo/a. ¿Qué me molesta de estar conmigo? ¿En qué no me comprometo conmigo?”

La vuelta a casa: Nuestra primera casa es el corazón y la mente. Estar en el hogar simbólicamente significa volver a nosotros mismos, nos obliga a reflexionar, hacer cambios significativos en nuestras vidas. Volver a casa es volver a conectarnos con nuestras necesidades ignoradas. Es una oportunidad para reconocernos. Para cambiar el mundo, ¡cambiá tu mundo!

Reflexiones finales
Reflexionando desde este rincón en casa sentimos gratitud, al poder acompañarlos y ser parte de esa energía que resuena en cada uno de nosotros y nos enlaza al corazón de nuestro planeta azul, que en estos momentos está transformándose, limpiando el aire, ríos, mares y todos los seres vivientes que existen en la naturaleza porque nadie está fuera de esta gran familia que somos. Activemos esa fuerza que nos mueve desde el bien decir “gracias” a todo lo que podemos experimentar cada día; gracias a cada uno de esos seres humanos que trabajan para que estemos cuidados, dejando su vida personal para sostener esta protección masiva.

G.N.

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