Desde hace unos años a la fecha tratamos de bajar un poco los decibeles en cuanto nuestras opiniones políticas. La verdad es que más que despotricar un poco no podemos, así que nos conformamos con informar. Informamos sobre la deuda que había generado el anterior jefe de Gobierno que venía elogiado por su presidencia en el club Boca Juniors. Ahora nos debemos nuevamente en esa línea comentar que el actual presidente de San Lorenzo de Almagro que pretende gobernar la Ciudad deja un club, solo que ¡muy bien parado y con la deuda achicada! Informamos de las quemas de documentos en Iron Mountain, aquella desgracia que se llevó como una decena vidas de rescatistas y bomberos para beneficiar a ciertos grupos económicos, como ésos que hoy están en el poder. Informamos de las obras que viene haciendo la actual gestión porteña, no solo bicisendas y metrobuses, sino también el elevado ferrocarril Mitre y parques como el nuestro de la Estación o el recorrido del bajo para los camiones… y claro, también que su costo implica endeudamiento. Poco comentamos de las empresas que se benefician y menos de las artimañas que se usan para que en la justicia todo caiga en las manos amigas cuando saltan los problemas.
No sé si hay buenos o malos, pero a simple vista hay quienes priorizan el capital y quienes se enfocan más en la gente. En el medio está esa corriente tan argenta como lo es el peronismo, que pretende, al menos según quién gobernó el país hasta hace pocos años hacer un “capitalismo con rostro humano”… No sé si es posible eso, pero sí que se puede hacer más justa la cosa de como es ahora. Y creo que un viraje más hacia el pueblo en este momento, aquí y ahora, se hace muy complicado por no decir imposible. Acá el que tiene una maceta del albahaca en el balcón se cree un latifundista y vota como tal.
Pensamos en cómo está la economía, el valor del peso, lo que dura el dinero en nuestras manos, el nivel de vida que vamos teniendo y comparamos… ¡Queremos un cambio! Recuerdo los bolsos de López en un convento que pretendieron asociar al gobierno anterior y que resultó más cercando a coimas del actual, pienso en el primo testaferro del de ojitos color cielo, en las represiones como la del Borda, o la ministra que motiva el gatillo fácil por la espalda, y pienso en el trato de los cada vez más ciudadanos que duermen en la calle, en los comercios que cierran y los que les cuesta un huevo mantenerse con las bajas ventas y los servicios que están por las nubes… y bueno, no creo que nos equivoquemos, si fuese posible votaríamos hoy un cambio. Pero un cambio a favor de los que ponemos el lomo, no de los timberos. De los que invertimos acá, no para los que se la encanutan en Panamá. Que cambien las aguas de la gestión porteña, doce años enquistados en el poder corromperían hasta a los más honestos. En eso Favaloro seguro que también estaría de acuerdo, creo que todos lo estamos.

Rafael Sabini
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