Decía la Abuela que toda enfermedad y mal de amores se curaban con los frutos de la naturaleza, porque ella abriga vida y cada sustancia de la madre tierra es una farmacia exquisita que puede curar cualquier dolencia que presenten sus hijos. Ella es la fuente veraz más calificada para hablar de mantenerse saludable y facilitar sus preparados de raíces, hojas o frutos.

Los secretos del linaje de mujeres sabias fueron transferidos en cada nueva generación y hasta hoy quién no recuerda alguna vez escuchar “la abuela decía “esas palabras eran mágicas para mi, porque en mi familia las mujeres se caracterizaban por seguir los tradicionales remedios caseros que curaban empacho, un dolor de garganta, una fiebre alta, etcétera.

Dándole luz a esas hojas de un libro escrito con la tinta de la experiencia y sellado con la sabiduría de los ancestros. Hoy quiero empezar a compartir con simples palabras los maravillosos remedios de la abuela y así también dejar abierta la posibilidad que el lector comparta si posee esos tesoros de sus abuelas.

Recetas remedios caseros – Dolor de garganta
-1 cuchara sopera aceite de girasol.
-1 cuchara sopera de jugo de limón.
-1 cuchara sopera de miel.
Unir todo en una pequeña olla llevar al fuego y al primer hervor sacarlo, dejar que se entibie, higienizar los dientes y cepillar la lengua, para beber el jarabe tibio por la noche antes de dormir, después no se puede beber agua.

Congestión Nasal
En una olla hacer hervir hojas de eucaliptus, pequeñas ramitas de romero y tomillo dejar hervir 5 minutos y retirar del fuego, sentarse en un lugar cómodo e inhalar cubriendo la cabeza con una toalla, el vapor te ayuda a respirar mejor y estas hojas son antivirales por excelencia.

Stress mental – Infusión de manzanilla y miel.
-2 cucharadas grandes de flores de manzanilla con miel en un litro de agua caliente, tapar, dejar reposar unos minutos, colar y beber durante el día 2 veces, y por la noche antes de dormir tomar una taza de la infusión.

Dolores musculares – Azufre
Colocar dos o tres barritas de azufre en el frízer entre 5 a 10 minutos, luego en la zona que tiene dolor muscular o contractura, pasar la barrita de forma ascendente y descendente durante 10 a 15 minutos, cada vez que sienta un sonido como explosivo es porque el azufre está quitando las tensiones y ese proceso electroestático hace saber que la zona a tratar esta inflamada.

El cuerpo reconoce y activa su proceso de sanación con remedios naturales recuperando el equilibrio, mucho más rápido y sin alterar en otros sistemas orgánicos, no así lo remedios farmacéuticos que en su composición tienen preparados que pueden afectar con dolores estomacales o mareos por esa razón el prospecto dice efectos secundarios.
En estos tiempos revueltos es fundamental refugiarse en los afectos verdaderos, recordar a nuestros adultos mayores. Si están con vida llamarlos y escucharlos con mucha atención, ellos tienen la sabiduría del tiempo, porque sus experiencias con aciertos y errores los llevaron a entender los entramados hilos de esta existencia y es un abrazo en el corazón cuando pueden compartirlo con sus hijos y nietos. Atesorar sus relatos y agradecer que estén físicamente o en nuestra memoria es parte de transitar esto que llamamos vida.

G.N.

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