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Miserere, una película sobre el trabajo sexual masculino en el “universo complejo y pluricultural de Once”

Hasta el 3 de enero.

Luego de proyectarse en varios festivales tanto nacionales como internacionales desde su estreno en febrero de 2019, la película Miserere, dirigida por Francisco Ríos Flores, se puede ver en Mowies (un sitio para alquilar filmes de manera online) hasta el domingo 3 de enero.

El equipo realizador de la película informa: “Parte de lo recaudado será destinado a AMMAR- Sindicato de trabajadorxs sexuales de la Argentina”.

La sinopsis de la película cuenta: “MISERERE sigue el recorrido de cinco hombres jóvenes que se prostituyen por poco dinero en la estación de trenes de Once y la plaza Miserere, una zona neurálgica en el centro de Buenos Aires. Estructurado en una crónica de un día de verano, el documental presenta a través de las voces en off las historias y reflexiones íntimas de los protagonistas, aprovechando su transitar para enseñar el universo complejo y pluricultural de Once, a la vez que desarrolla el recorrido cotidiano de los trabajadores sexuales callejeros. MISERERE revela una realidad invisibilizada, la prostitución de hombres jóvenes de pocos recursos en las ciudades latinoamericanas”.

Las productoras son: Karina Cintia Fuentes y Lucía Rey. El equipo de edición fue conformado por Jimena García Molt, Ignacio Suarez Rubio y Martín Osores.

En diálogo con Agencia Paco Urondo, Francisco Ríos Flores contó que nació de Once y agregó: “Viví muchos años ahí y lo que me pasaba con la estación y la plaza es que eran lugares de paso. A pesar de vivir a unas cuadras, mi paso por ahí era muy rápido, siempre corriendo de un lugar a otro. Un día venía caminando más relajado y me puse a charlar con un pibe que me dijo: estoy trabajando. Ese, para mí, fue un momento de inflexión. En Once había pibes trabajando, había pibes haciendo trabajo sexual. A partir de ese momento pasaron dos cosas en simultaneo. Dejé de atravesar el espacio y comencé a habitarlo, empecé a resignificar situaciones donde el trabajo sexual masculino estaba presente, pero yo no las había entendido. No haber visto lo que era visible, a pesar de ser un trabajo que sucede a plena luz del día”.

En ese reportaje, Francisco dijo además que una de las cosas que más lo gratificó fue que a los trabajadores sexuales que participaron de la película les haya gustado: “Dos de los protagonistas no pudieron verse, pero al resto les gustó. Amigos de ellos la vieron y también les gustó. Sintieron que habían sido tratados con respeto y cariño, se pudieron ver en un cine, la gente aplaudió después de ver la película”.

En el sitio de la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales (EDA), Jimena García expuso: “Trabajamos mucho la idea del movimiento constante de los pibes (giraje), que es algo que Paco tenía muy presente porque es algo caractéristico del trabajo sexual callejero con la particularidad de ser en medio del calor del verano porteño”.

“Así que dejamos a los protagonistas contemplando en busca de clientes, planos largos con lentas caminatas intentando reforzar la idea de un movimiento lento pero constante. La escena de sexo explicito fue algo que charlamos en el montaje ya que era la última posibilidad de decidir sacar o «alivianar» esa escena. Concluimos que era muy importante mostrar, sin pudor, en lo que consiste el trabajo sexual y que fuera lo mas descriptiva posible. Al mismo tiempo reforzamos la idea, que esta presente durante toda la película, de que el trabajo sexual es trabajo, armando el paralelo con una trabajadora de limpieza del hotel”.

Agregó:  “El extenso proceso de investigación evidenció que la prostitución masculina callejera no era sólo una situación invisibilizada sino además una realidad violenta y de mucha exposición de todo tipo (enfermedades de transmisión sexual, consumo drogas, riesgo de una muerte temprana, exclusión familiar, persecusión policial). Esto se intentó plasmar en la selección de las reflexiones y en el accionar de los protagonistas en la película así que no era fácil entrar al mundo de «Miserere» cada vez que llegaba a la isla y quedaba en mi cabeza al salir de ella. Paco me contaba (y sigue contándome) lo que vivían los pibes día a día porque él generó fuertes vínculos con ellos, y otrxs que no estan en la peli pero que también son trabajadorxs sexuales”.

“Había veces que nos encontrábamos editando una escena donde había un pibe hablando sobre que no sabría qué sería de su vida en el futuro al mismo tiempo que Paco lo estaba rastreando por todos lados porque se encontraba desaparecido hace semanas o el pibe estaba preso en Misiones, o había rumores en Once de que había vivido cosas horribles o hacía un frío polar y estaba durmiendo en la calle. De alguna forma saber lo que sufrían hizo que intentáramos ser extremadamente respetuosos con sus palabras y sus imágenes desde el montaje también”.

En el sitio oficial de la película: “La idea de MISERERE nació en el año 2011 a partir de un encuentro fortuito del director con un trabajador sexual en la estación de trenes de Once en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. El director, por entonces vecino del barrio, desconocía esta realidad que a pesar de ser visible, es ignorada por la mayoría de las miles de personas que atraviesan la estación a diario. La tarea de investigación de MISERERE llevó alrededor de cuatro años, durante los que se realizó un trabajo exhaustivo en tres líneas: una investigación de contenidos y estado del arte acerca de la cuestión de los trabajadores sexuales hombres, un trabajo de campo de observación participante y decenas de entrevistas cualitativas realizadas a los taxiboys, grabadas sólo en audio”.

“En paralelo al proceso de investigación, el director fue desarrollando el guión, en base a lo que iba conociendo del espacio y los protagonistas. El proceso de investigación nos permitió comprender que la prostitución masculina callejera es no sólo una situación invisibilizada sino además una realidad trágica, ya que los muchachos están expuestos cotidianamente a situaciones de violencia, abusos de las fuerzas de seguridad, exposición constante a enfermedades de transmisión sexual, abuso de consumo de sustancias adictivas y con el riesgo de una muerte temprana”.

“Durante el proceso de investigación uno de nuestros máximos referentes en torno a la cuestión fue Nestor Perlongher, un poeta, sociólogo y militante de la diversidad sexual argentino, cuyo libro La prostitución masculina, escrito en Brasil en la década del setenta tiene increíbles paralelismos con la realidad del trabajo sexual masculino en la zona de Once. Nuestra referencia cinematográfica principal fue “Moi, un noir” de Jean Rouch, tanto con respecto a la estructura como al tratamiento de la voz off, pero sobre todo con respecto al acercamiento a los protagonistas”.

“En el año 2015 conseguimos un subsidio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA), que a pesar de ser magro, nos permitió realizar la película. Desde ese momento iniciamos la pre-producción mientras continuamos haciendo entrevistas a los trabajadores sexuales de Once buscando a aquellos que contaran algo destacado sobre esta realidad y que estuvieran de acuerdo en ser parte de la película, ya que la mayoría desarrolla su actividad en clandestinidad y no desean que su entorno lo sepa”.

“El rodaje de MISERERE se dio en dos etapas. Una en el verano del 2016 y la segunda en el verano de 2017. Debido a nuestros limitados recursos económicos, el montaje y la postproducción de sonido llevaron dos años. A inicios de 2019 finalizamos la postproducción y estrenamos en la Competencia Documental del Festival de Cine Latino de Toulouse, en Francia, en el mes de marzo. La estrategia de distribución de MISERERE contempla tres líneas”.

“Por un lado festivales de cine, haciendo especial hincapié en festivales de diversidad sexual y festivales de cine social y derechos humanos. Por otro lado, estreno en salas comerciales. La tercera línea es proyección en y con organizaciones sociales o de diversidad sexual de la Ciudad de Buenos Aires, que generen sensibilización con respecto a esta problemática y promuevan acciones concretas hacia la población de trabajadores sexuales hombres que desarrollan su actividad en las calles de la ciudad en una situación de alta vulnerabilidad. Durante el proceso de investigación y realización de la película, el director generó vínculos afectivos con las y los trabajadores sexuales de Once que exceden la realización de MISERERE y se mantienen hasta el día de hoy. De ahí su compromiso con esta realidad y con procurar que MISERERE vaya más allá de la exhibición en salas de cine”.

FICHA TÉCNICA
Febrero de 2019
74 minutos
1920 x 1080
25 fps
Color
Sonido Stereo / 5.1
Español con subtìtulos en inglés
Equipo Técnico
Dirección y Guión: Francisco Ríos Flores
Producción: Lucia Rey y Karina Cintia Fuentes
Dirección de fotografía: Juan Vollmer
Montaje: Jimena García Molt
Dirección de sonido: Nicolás Calderón

Protagonistas:
Rodrigo Balsano
Fabián Maldonado
Rubén Elías Lavín
Mariano Toledo
Carlos García
Matías Riccardi

J.C.

Foto: Miserere

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