En la zona del Abasto y alrededores abundan. Varias de las ollas populares hechas por vecinos e instituciones barriales dan alimento a diario a sus habitantes. El Gobierno porteño recientemente diseñó un protocolo para prevenir casos de Covid-19.
Según datos del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad (MPD), hay 1.153 viviendas multifamiliares en toda Buenos Aires. “En su mayoría comparten la particularidad de alojar personas de escasos recursos económicos, así como cuentan con espacios comunes de cocina y baño para casi todos sus residentes”, analizan.
Mediante un oficio del MPD, se instó a que el Gobierno porteño diseñe un protocolo de actuación ante sospecha o confirmación de Covid-19. “El contacto estrecho entre las personas que habitan allí es constante y la posibilidad de distanciamiento físico es prácticamente imposible. De contraerlo un residente, rápidamente podría propagarse no sólo entre el resto de los habitantes, sino también a quienes trabajan en el lugar”, explican.
En la Defensa pública reflexionan: “El objetivo del protocolo es la prevención del ingreso del virus a dichos establecimientos con medidas sanitarias específicas, así como la minimización del riesgo de contagio en casos sospechosos o positivos, reforzando las medidas generales de prevención para controlar y reducir la propagación del coronavirus”.
La Defensora Oficial en lo CAyT, Cecilia González de los Santos, fue quien presentó el oficio. La funcionaria analizó: “Es indispensable extremar los recaudos y difundir el protocolo –hoy desconocido prácticamente por todos los establecimientos- así como las medidas preventivas establecidas en el mismo que deben garantizarse. Seguiremos trabajando fuertemente con esta temática, garantizando el acceso a las condiciones de sanidad y alimentación que permitan atravesar este difícil momento, que presenta múltiples aristas, contribuyendo a generar los puentes que hagan llegar la asistencia necesaria para todas las familias”.
El integrante de la Junta Comunal 3 Gabriel Zicolillo es uno de los impulsores del Comité Solidario de Emergencia de la Comuna 3 (Balvanera y San Cristóbal). Según su parecer, si bien esta Comuna no tiene a su población vulnerable focalizada en un asentamiento o villa, está diseminada en hoteles, casas tomadas, inquilinatos.
Al cierre de esta edición, el Grito del Sur hizo público que en el Hotel El Ancla, en la avenida Corrientes al 1900, hubo dos casos positivos. Lichi, una vecina que junto a su hijo se contagió Covid-19, dijo: “Todos están con miedo a salir, encerrados en sus habitaciones. Pedimos por todas las vías que tenemos a mano que alguien del Gobierno de la Ciudad venga a testear”. Desde la Comuna 3 aclararon que están al tanto de la situación e intervienen entregando alimentos y elementos de limpieza.
El operativo Detectar, para encontrar a contactos estrechos de contagios recientes, al cierre de esta edición hizo en Balvanera más de 625 hisopados con al menos 338 positivos, 126 testesos en San Cristóbal con 27 positivos, 32 hisopados en Boedo y 11 positivos, 583 testeos en Almagro con 156 positivos.
Este plan de detección temprana se focalizó en hoteles, inquilinatos y viviendas vulnerables. Integrantes del Comité, que son vecinos o integran alguna institución barrial, acompañan a los sanitaristas a los inmuebles en busca de contactos estrechos.
Desde el Comité además señalan que buena parte de los esfuerzos para conseguir donaciones de alimentos y elementos de higiene es para abastecer a las familias que habitan estos hoteles e inquilinatos.
Los lunes entre las 18 y las 20 hay una olla popular en Humahuaca y Acuña de Figueroa, donde funciona el centro cultural La Casa de Teresa y el proyecto educativo Aulavereda. Es una de las tantas que funcionan en la zona en el marco del Comité Solidario de Emergencia de la Comuna 5 (Almagro y Boedo).
Hebe, una de sus integrantes, cuenta a este medio: “Las familias de los niños que vienen a educación con el aislamiento, que es una medida para cuidar la salud, dejaron de percibir salarios y los vieron disminuidos, ya que son trabajadores en su mayoría de la economía popular. El efecto directo fue que dejaban de comprar cosas como alimentos y, en este contexto de pandemia, elementos de higiene y de salud”.
Otra olla popular es la del Multiespacio Pasco, en Pasco 689. Al habla con este medio, sus integrantes destacan que al sur de Once hay muchos hoteles familiares: “Es en parte lo que motivó la olla, se nota la falta de empleo, la situación crítica. Hay casos donde les cuesta acceder a las comidas diarias, que es lo básico”.

J.M.C.

 

Imagen ilustrativa de otro momento.

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