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Media sanción para la construcción de un edificio de 73 metros en Gallo y Corrientes: habrá audiencia pública

13.319 metros cuadrados.

La Legislatura porteña aprobó la primera lectura de un proyecto de ley que contempla 11 convenios urbanísticos para construir edificios de altura, por encima de lo permitido en el Código Urbanístico vigente. Entre ellos, figura una torre de 73 metros en Gallo y Corrientes, zona del Abasto.

El oficialismo Vamos Juntos y aliados alcanzaron 33 votos suficientes para darle aprobación inicial este jueves. El Frente de Todos y la izquierda lo rechazaron; la Coalición Cívica se abstuvo. En adelante, habrá una audiencia pública (no vinculante) y una segunda votación final.

Durante la sesión, el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, Daniel Del Sol (Vamos Juntos), habló de beneficios para la población, pero reconoció que estos nuevos desarrollos inmobiliarios elevarán el valor del metro cuadrado del suelo en los barrios. Dijo que por eso se contempla la entrega de dinero a favor del GCBA para compensar la situación.

“Los convenios urbanísticos en cuestión representan seis mil puestos de trabajo, una reactivación del sector de la construcción y la modernización del tejido urbano-económico de la Ciudad”, manifestó el legislador. Dijo que estos acuerdos fueron analizados y seleccionados por la Secretaría de Desarrollo Urbano entre más de 100 iniciativas presentadas en la Convocatoria de Convenios Urbanísticos de Proyectos Urbanos Innovadores.

Las contraprestaciones totales de los 11 convenios alcanzan una suma de alrededor US$ 30.000.000. “En este caso, se destinará a la renovación, revitalización y diversificación funcional del Microcentro, el cual se ha visto afectada a raíz de la pandemia a nivel económico, social y urbano”, según el legislador.

“Las contraprestaciones propuestas tienen como primer y único objetivo mejorar la calidad de vida de todos los porteños que habitamos la Ciudad, incluso para aquellos que la visitan día a día o que por alguna razón transitan en ella”, aseguró Del Sol, también vicepresidente primero del bloque Vamos Juntos.

“Es innegable que estamos transformando cada día más la Ciudad, haciéndola más policéntrica, integrada, plural, saludable y diversa, así como lo propone el Plan Urbano Ambiental, a través del desarrollo de políticas públicas que permitan hacer frente de una manera innovadora a los efectos que ha generado vivir durante un año y medio en pandemia”, concluyó.

Desde la oposición hubo diversas críticas. Desde el Frente de Izquierda (FIT) la legisladora Amanda Martín contrapuso la construcción de las torres con el desalojo de cientos de personas en el Barrio 31, en la toma llamada “Fuerza de Mujeres”: “Estos convenios son a espaldas de la población que padece la crisis habitacional”.

Desde el Frente de Todos se pronunció Matías Barroetaveña: “Como el oficialismo sabe que esto es malo para los porteños, por eso lo hacen rápido. Hace 40 años la CABA tiene la misma población, pero en los últimos 20 años se construyeron 38.000.000 de metros cuadrados. Duplicamos el déficit habitacional y cada vez es más complicado acceder a la vivienda. Ante esta situación el Ejecutivo propone excepciones al Código Urbanístico como se hacía en el Consejo Deliberante (antecesor de la Legislatura). Con los convenios se construyen viviendas vacías para especulación inmobiliaria. No resuelve ninguna necesidad de los porteños, esto los expulsa de la ciudad”.

Martín Ocampo, de la UCR (aliado a Vamos Juntos), dijo que su bloque votará la primera lectura y luego escuchará la voz de los vecinos en la audiencia pública, a fin de definir si también votará la sanción definitiva.

En este inmueble de Gallo y Corrientes se emplazó un antiguo asentamiento donde habitaban cerca de 40 familias. Fueron desalojados en septiembre de 2018, tal como informó este medio. Aparecieron herederos de estas tierras que figuraban como fiscales luego de las expropiaciones para la traza de la autopista (AU3) que finalmente no se realizó. Los herederos de los dueños originales de la tierra, a través de un apoderado, impulsaban el desalojo ante el Juzgado Nacional en lo Civil N° 39, cuya jueza es María Victoria Pereira. La causa tenía casi 20 años. Hace más de una década mencionamos que hubo vecinos que pretendían ahí hacer una plaza (que querían nombrar Osvaldo Pugliese).

El Poder Ejecutivo porteño firmó el convenio urbanístico con los propietarios Javier Pelach, María Duek, Guido Kattan. Estos han presentado una propuesta en el marco de la Convocatoria de Convenios Urbanísticos de Proyectos Urbanos Innovadores.

El edificio de Gallo y Corrientes tendrá hasta 73,20 metros de plano límite (altura) hacia el interior de la manzana. Sobre el frente de Gallo tendrá casi 30 metros y sobre Corrientes tendrá casi 40 metros, ambos a la la misma línea que los edificios linderos. Sobre la ochava llegará a los seis metros de alto.

En total, el edificio a construir tendrá una volumetría de 13.319 metros cuadrados. Se debe destinar una superficie mínima de 221 metros cuadrados como espacio libre de accesibilidad pública.

“La celebración del presente convenio persigue el doble objetivo de promover los lineamientos y las acciones del Plan Urbano Ambiental y revitalizar el área central de la Ciudad, en el contexto actual, facilitando proceso de inversión privada y generando recursos adicionales para el tesoro de la Ciudad”, fundamentan en el Poder Ejecutivo porteño.

Los propietarios se comprometen a abonarle al Poder Ejecutivo la suma de 1.908.798 Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), que el Gobierno porteño planea utilizar para “promover el desarrollo urbano equitativo y sustentable del Área Central de la Ciudad, facilitando su residencialización, a través del financiamiento de proyectos de construcción, adecuación o puesta en valor de equipamientos urbanos, la conformación de áreas peatonales y calles de convivencia, con vistas a su revitalización y difersificación funcional”.

 

 

J.C.

Foto: GCBA

 

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