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Legislatura porteña: estudiantes del Falla pidieron fondos para el edificio propio

Ante legisladores.

La comunidad educativa del Conservatorio Superior de Música «Manuel de Falla» se hizo presente en la Legislatura porteña para exigir fondos a fin de construir una sede propia para la centenaria institución educativa que hoy funciona en Gallo y Sarmiento, compartiendo techo con el conservatorio Astor Piazzolla.

Este lunes hubo una reunión de la Comisión de Presupuesto, la cual debate el proyecto de Ley de Presupuesto 2024.

Como había informado Revista El Abasto, a mediados de noviembre la comunidad presentó un proyecto de Ley para expropiar un terreno en Perón 3149 y destinarlo a construir su sede. Este año habían relanzado la campaña por un edificio propio a través de volanteadas, festivales y reclamos públicos.

La defensa de esta propuesta introduce: “Estudiantes, docentes y vecinos del Falla volvemos a esta Legislatura con un repetido reclamo de nuestra comunidad educativa entendiendo que es el ámbito en el que, a través de nuestros representantes, se pueda saldar una deuda histórica para con nuestro Conservatorio y lograr un edificio propio para su sede central. El Conservatorio Superior de Música de la Ciudad de Buenos Aires “Manuel de Falla”, una institución que se destaca por la prestigiosa formación musical que reciben sus estudiantes, espera desde hace 104 años una locación definitiva para su sede central. Esto es decir, casi la mitad de nuestra historia como nación”.

Desde 1919 el Conservatorio ha funcionado en distintas locaciones: Sarmiento 2500, Cangallo 2285, en el Centro Cultural General San Martín de la calle Corrientes, y la actual en Gallo 238, pero aún espera una sede central definitiva para terminar de consolidar su historia. En febrero de 2004 el Conservatorio fue trasladado de su sede del Centro Cultural San Martín, para instalarse provisoriamente en la sede de la calle Gallo 238 donde ya se encontraba en funcionamiento el Conservatorio de la Ciudad de Buenos Aires, futuro conservatorio Astor Piazzolla desde el año 2003. Luego de este forzoso traslado, la comunidad educativa ha hecho grandes esfuerzos para adaptarse a las nuevas condiciones, pero hoy la situación ha llegado al límite de lo posible. La convivencia entre ambas instituciones, la precariedad del mantenimiento del edificio y la falta de soluciones a los problemas de espacio, genera inconvenientes que perjudican el correcto funcionamiento de los dos conservatorios”, agregan.

En la defensa resaltan que el Conservatorio “presta servicio a la comunidad en la tarea artística y educativa en la sede central de Gallo y en otros 5 anexos que funcionan bajo su dirección, en otras comunas de la ciudad”: “Hoy es la Institución de formación musical con mayor oferta académica: Música Antigua, Jazz, Tango, Folklore, Etnomusicología, Producción Musical Didáctica, Música Contemporánea, más todas las orientaciones de la Música Académica (Instrumento, Canto, Dirección de Orquesta, Dirección Coral y Composición)”.

También destacan que “desde hace más de 25 años, a partir de la implementación de un plan especial, los niños y niñas de la ciudad desde los 8 años de edad, también se forman en el Conservatorio. Además se ofrecen talleres de formación musical abiertos a toda la comunidad, de participación libre y gratuita. Sus coros, orquestas y ensambles de diferentes formaciones participan de la programación del Ministerio de Cultura de la Ciudad y en distintos lugares de Argentina”.

El Conservatorio posee, gracias a la donación de la Fundación ONCE de España, una de las pocas impresoras de música con sistema braille que existen en Argentina y ofrece la impresión de obras para personas con discapacidad visual. Conjuntamente, se ha elevado y espera la aprobación del Ministerio de Educación un Curso de Capacitación Docente para la enseñanza de la música a personas ciegas.

En el plano internacional, destacan: “El Conservatorio realiza intercambios artísticos con otros países y recibe constantemente la visita de grandes maestros que se interesan por la formación musical que brinda este instituto de formación superior. Mediante estas actividades el Conservatorio Manuel de Falla pone a la Ciudad de Buenos Aires en un nivel artístico de referencia en Latinoamérica y el mundo. Actualmente se encuentra en diálogo con la Academia de Música Krzysztof Penderecki de Cracovia (Polonia), el Conservatorio de Música Agostino Steffani de Castelfranco Veneto (Italia) y la Universidad Bruckner de Linz (Austria) para favorecer las trayectorias académicas y artísticas de sus estudiantes en el futuro”.

A nivel local, se evoca: “Fue distinguido con la mención especial de Música clásica del Premio Konex en 1989. En 2019 esta Legislatura homenajeó a nuestro conservatorio por su trayectoria con la colocación de una placa distintiva al cumplirse 100° aniversario de su fundación”.

Cerca del final de la exposición, resaltan la necesidad de una sede propia: “En la sede central, en la que funciona provisoriamente, las condiciones edilicias no son adecuadas para alojar la cantidad de estudiantes y carreras que esta institución alberga. Este edificio, al no haber sido diseñado para desempeñar esta función, no reúne las condiciones que una institución educativa de estas características precisa. Esta locación temporal tampoco puede dar respuesta a la demanda sostenida de matrícula que se refleja en las inscripciones de muchas de sus carreras. Tampoco se brindan las condiciones de seguridad y accesibilidad que toda institución educativa debe tener. En la mayoría de sus aulas la falta de aislamiento acústico también provoca gran malestar para los docentes y estudiantes que conviven en la institución y para los vecinos, que ven afectado muchas veces su horario de descanso”.

“En el año 2013, y a causa de las obras de refacción del tercer piso, se alquiló también provisoriamente un edificio en la Calle Suipacha al 400 que no ha podido volver al edificio de la calle Gallo por falta de espacio, inclusive cuando se finalizaron dichas obras. En la actualidad, dicho alquiler implica un gasto extra en el presupuesto destinado a la DGEART y el edificio necesita obras de infraestructura importante para poder continuar funcionando (sistema eléctrico colapsado, aulas sin preparación acústica, espacialidad insuficiente, etc). Tener una sede central definitiva, que aúne el actual edificio de Gallo y el de la calle Suipacha, eximirá también a la institución de futuras mudanzas, pudiendo proteger así su patrimonio de pérdidas, como las que ya ha sufrido y no le es posible reparar por falta de espacio para albergar. Además facilitará la puesta en valor y el uso adecuado del patrimonio histórico musical de la ciudad. En la actualidad, el patrimonio material que este conservatorio centenario posee, la mayoría de las veces solventa los gastos de mantenimiento con esfuerzos de la asociación cooperadora y de su misma comunidad educativa”.

“Por estas razones, la comunidad educativa del conservatorio solicita a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que salde esta deuda histórica y dé cobijo edilicio a esta institución, planificando junto a los ministerios de cultura y educación un espacio especialmente diseñado para continuar cumpliendo sus funciones con la excelencia que lo caracteriza y destaca. En la página web change.org se han juntado hasta el momento más de 17.000 firmas apoyando el pedido de Edificio Propio para la sede central del Conservatorio Manuel de Falla. Podríamos escribir hojas y hojas sobre el Falla, pero entendemos que su destacada labor académica y trayectoria con reconocimiento nacional e internacional, hablan por sí solas”, concluye la comunidad educativa.

J.C.

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