La Dirección General Patrimonio, Museos y Casco Histórico (Ministerio de Cultura porteño) reseñó en sus redes sociales este lunes al Boliche de Roberto, ícono del barrio de Almagro.

“Desde fines del siglo XIX existió en la esquina de Presidente Perón y Bulnes un almacén con despacho de bebidas, al estilo de las viejas pulperías. Con el paso del tiempo, el almacén se convirtió en bar”.

“El interior es pequeño, con una barra de madera y estantería por detrás cargada de botellas, cuyas etiquetas amarronadas hablan de su edad. Sobre el frente del Boliche de Roberto, el pintor Crespi creó un mural con el retrato de Carlos Gardel junto a una pareja de milongueros”, añaden.

Como había informado este medio, luego de grandes reformas, a principios de diciembre reabrió el boliche.

En el presente cuenta con atención limitada ante los protocolos sanitarios. Suele haber tangos en vivo a cargo de músicos y cantores habitúes.

J.C.

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