Parece mentira, pero uno mira hacia atrás y se recuerda con aquel primer boceto en papel, recorriendo locales buscando auspiciantes. Todo sistemático, con planito en mano para no olvidar ningún local, ningún posible anunciante que ayude a sostener este proyecto colectivo en un momento complicado a nivel económico.

Nos referimos al trabajo ante el primer número de la Revista El Abasto que salió en mayo de 1999. Luego la revista no se detuvo, siguió saliendo hasta la fecha de modo ininterrumpido. Hubo cambios en el equipo, hubo grandes colaboradores que se fueron y otros que se incorporaron poco más adelante como el indispensable Juan Manuel Castro. Cambió tres veces su logo. Y como si fuera poco también fue mudando sus espacios de redacción. Y como para que se hagan una idea más cabal, fueron cambiando los gobiernos nacionales e incluso las administraciones para el Gobierno de la Ciudad (desde Fernando De La Rúa, Aníbal Ibarra, el paréntesis de Jorge Telerman, Maurcio Macri, Rodríguez Larreta y hoy Jorge Macri). En presidencia desde Carlos Menem en adelante (De La Rúa, los interinos, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y hoy Javier Milei).
Vivimos épocas de “vacas flacas”, otras tal vez más gorditas y nuevamente el FMI en casa en un vaivén cíclico y muy argentino. Pasamos por muchos “riesgo país”, inflaciones, devaluaciones, ajustes, blindajes, discursos de nacionalismo así como también “relaciones carnales”. Sin olvidar el encierro con la pandemia, tal vez el que más nos modificó el modo de trabajar. Pero continuamos. No hubo crisis que nos frene. ¿Fue complicado? Sí. ¿Valió la pena? No lo sé. Pero aportamos cultura, identidad, humanidad, otras lecturas, otras miradas, alegrías, humores, arte, tejimos lazos, sumamos en redes, muchas veces nos divertimos, pero como en la vida, a veces también nos entristecimos o hasta nos enojamos. Pero continuamos.
Dicen los que conocen de numerología que el número 26 “lleva consigo las energías del liderazgo, la realización y la sabiduría material”, porque “combina las vibraciones del número 2, símbolo de asociación y diplomacia, con las del número 6, asociado a la familia, la responsabilidad y la fiabilidad”. Que es un número que “está relacionado con el éxito y la felicidad en todas las áreas de la vida. Cuando este número aparece, indica que los esfuerzos realizados hasta el momento comenzarán a dar frutos, y que el equilibrio y la satisfacción que se anhelaban están por manifestarse”. Considero que ya estamos construyendo sobre bases históricas sólidas, buscamos tomar decisiones criteriosas y asumimos las responsabilidades con integridad por lo que no queremos que nos vean tomar partido. Queremos aunarnos con todo lector por un barrio mejor, y por ende por una ciudad mejorada, un país que supere al actual y un mundo en paz y armonía.
Por todos estos años: ¡la barra eternamente agradecida!

Rafael Sabini

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