El conjunto local se coronó en el Torneo Apertura de Futsal en la liga Fefutin, de fútbol formativo femenino.
El equipo femenino de Leones del Abasto, escuela de fútbol con más de una década de existencia en la zona, ganó de forma invicta el torneo Apertura de Futsal en la liga Fefutin, de fútbol formativo femenino. Se disputó entre nueve equipos, en el formato todos contra todos. “Es una sensación muy linda, más por el cómo se dio y el proceso, que por el resultado en sí”, celebraron las jugadoras.
Este conjunto campeón, el equipo A de Leonas del Abasto, está integrado por Andrea Vivar Rodríguez (capitana), Paola lesmes (goleadora), Tatiana lesmes, Hilda Dávalos, Raquel Dávalos, Magalí Minaya y Milagros Paredes Trujillo. Su entrenador es Arturo Márquez y el coordinador de la escuela es Gabriel Denaro.
“Es una plena satisfacción porque nos esforzamos para llegar a ganar todos los partidos”, dice Andrea y agrega: “Comenzamos muy animadas y nerviosas porque era nuestro debut como equipo, pero con la confianza de hacer un gran partido, uno porque nos conocíamos dentro de la cancha y sobre todo el buen entrenamiento que estábamos llevando”.
Por su parte, Paola recuerda: “Empezamos con muchas expectativas, ganas de jugar, poner en práctica nuestro juego y pasarla bien. A medida que fueron pasando los partidos y los resultados se iban dando a nuestro favor, nos empezamos a ilusionar, tanto el grupo como el profe en los entrenamientos trabajamos más fuerte pensando en el partido siguiente y en sacar un buen resultado”.
De modo similar, Arturo, que venía de entrenar infantiles y pasó al conjunto femenino, analizó: “Fue un paso a paso, un partido a la vez, nunca pensando en el próximo, creo que ellas a medida que pasaban los partidos la confianza aumentó, tanto en ellas a nivel individual como grupal; mucho se ven en los resultados finales. Cuando desarrollás más confianza en ti mismo y entiendes el concepto de trabajar en equipo dando lo mejor de ti mismo te lleva al campeonato”.
Es por eso que celebró el logro obtenido: “Me da mucha felicidad y me da alegría más que todo por este grupo de chicas muy unidas que van viendo resultados muy merecidos, aun cuando saben que hay cosas por aprender y mejorar este campeonato y la forma como lo ganan invictas creo que es un gran premio para este excelente grupo”.
Leones del Abasto inició formando niños en las categorías recreativas y amateur del fútbol metropolitano. Comenzó dentro del Club Homero de Valentín Gómez y Gallo y luego continuó de forma independiente. Con los años creció en cantidad de jugadores e incorporó el fútbol femenino.
En el presente hay futbol infantil masculino y femenino (desde 5 a 13 años), Futsal juvenil masculino (de 14 a 17 años) y Futsal femenino (mayores de 17 años). Los chicos entrenan en el complejo Open Gallo de Gallo y Valentín Gómez. Las jugadoras también lo hacen allí y además también acuden a la Federación Deportiva de Buenos Aires que está en Flores (FE.DE.BA.).
El área de Futsal de las Leonas del Abasto cuenta con dos equipos, el A y el B, ambos participaron del torneo. “En realidad somos un solo equipo”, dicen las propias jugadoras, más allá de la cuestión del entrenamiento y consolidación de grupos. Se componen por un variopinto grupo de deportistas amateur, con edades que van de la adolescencia hasta los 50 años aproximadamente, lo que constituye una experiencia enriquecedora más allá de lo atlético.
A la hora de hablar con sus jugadoras, son varios los motivos por los cuales iniciaron en este deporte. “Siempre me gustó el fútbol, ver partidos, la emoción de jugar y aprender de ese deporte. Superó mis expectativas al vivirlo por cuenta propia”, cuenta Andrea.
Por su parte, Paola, nacida en Colombia y llegada a Argentina hace pocos años, recuerda: “Me acuerdo estar jugando desde muy chica, desde la primaria siempre me gustaba involucrarme en los juegos. A entrenar en sí, con un grupo y un profe, fue cuando empecé a estudiar en la universidad y formé parte del equipo de futsal de esa misma. Me gusta el deporte en general, la actividad física, el estar haciendo algo. Pero el fútbol fue como el flechazo, aparte de jugarlo, me gusta verlo, conocerlo, analizarlo y por sobre todo sentirlo.”.
Al llegar al país, una de las primeras cosas que hizo fue mantener este vínculo con el deporte: “Quise buscar un lugar en el que pudiera seguir haciendo lo que me gustaba. Busqué lugares cerca de la zona en la que vivía en ese entonces y encontré el Club Homero, recuerdo haber preguntado por los días de entrenamiento y ellos me dieron los horarios. Cuando llegué ese día (creyendo que eran los entrenamientos del Club Homero) estaban entrenando las chicas y me recibió Gabriel, el coordinador de Leones del Abasto Seguí con ellos firme, hasta el día de hoy”.
El caso de Andrea, fue a través del boca en boca: “Me enteré del club por una amiga que ya tenía un tiempo entrenando, me ánimo a ir a probar, y me quedé”.
Por su parte, la historia del vínculo entre Arturo y el fútbol también empezó a escribirse en su Venezuela natal: “Desde muy pequeño mis padres me iban inculcando el fútbol. Mi papá es director técnico formador y jugo toda su vida al fútbol en Venezuela, también a mi mamá le encanta el futbol, así que en cuanto tuve edad para jugar entre a un club, es algo que está desde siempre en la familia. El fútbol lo tiene todo, juegas con cuerpo, mente y corazón. Para jugar bien estos tres aspectos tienen que estar nivelados y bien entrenados. Este deporte genera tantas emociones y tantas pasiones que llama la atención y al estudiarlo entenderlo más bonito se vuelve”.
En Argentina empezó a entrenar equipos hace dos años: “Comencé a estudiar para director técnico profesional en ATFA porque quería desarrollar mi pasión de forma profesional, así que en un principio se me dio la oportunidad de empezar a entrenar con chicos y luego comencé con las chicas de Leones”.
En cuanto a su rol en la escuela de fútbol local, suma: “Soy entrenador de Leones de Abasto en las categorías infantiles y me consultaron si podía entrenar el femenino del club, cosa que no dudé aunque nunca había dirigido chicas; ha sido una muy buena experiencia en la que se aprende muchísimo mientras estás enseñando”.
Desde el lado de las entrenadas también se vive esta experiencia con alegría. “En los entrenamientos la damos toda y la pasamos bien y creo que eso es lo importante”, concluye Paola.

J.M.C.

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