El Ministerio de Agricultura de la Nación aprobó (aunque de modo condicional a un permiso de Brasil que es el mayor importador) el primer trigo transgénico (HB4) convirtiéndose en el primer país en autorizar trigo modificado genéticamente.

El beneficio de este trigo sería que es más resistente a la sequía y dato no menor, tiene una alta tolerancia al agrotóxico Glufosinato de Amonio (1.) Los efectos adversos los veremos tal vez en unos años como sucedió con la soja transgénica que de ser tan resistente a los herbicidas terminamos con Glifosato en el plato y ni hablar del efecto directo en vecinos de las zonas con plantaciones donde el cáncer y las malformaciones se hicieron noticia. Pero también se le atribuye como causa para alzeimer, autismo, celiaquía, linfoma no hodgkin y parkinson entre otras (2). La soja genéticamente modificada fue aprobada en 1996 por el entonces Secretario de Agricultura, Felipe Solá.

Hoy, luego de un largo lobby que data del gobierno anterior donde no lograron legalizar el trigo pese a que durante el mandato de Mauricio Macri se aprobaron 20 tipos de transgénicos. Sin embargo, no podemos responsabilizar a esa gestión del rumbo que tomó el país en cuando a los agronegocios transgénicos, ya que antes del macrismo se habían aprobado 35 tipos de organismos genéticamente modificados (OGM) desde 1996 (3). Hoy junto a la soja están el maíz, el girasol y el algodón entre otras especies OGM a la cabeza. Debemos reconocer que es una línea en común que sostienen los gobiernos con los que viene alterando el país desde hace un cuarto de siglo, donde pese a presentarse como modelos diferentes, mantienen intacto el interés por hacer de este suelo una gran plantación transgénica. Una clara muestra es que ni se tomaron el trabajo de cambiar el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao (4), quien mantuvo su cartera entre el 2007 (era ka) al 2018 (macrismo). Hoy esta ideología no solamente se visibiliza con la aprobación del trigo OGM sino que también con la aprobación de la vacuna transgénica contra el Covid-19.

Uno de sus principales impulsores es Hugo Sigman, quien también hace lobby por las vacunas como cura para el coronavirus (es el CEO del Grupo Insud, quienes producirían la vacuna de Oxford). Desde luego no está solo, también empujan “el rey de la soja”, Gustavo Grobocopatel, y Víctor Trucco (presidente de Aapresid, ong por los agronegocios). Y muchos más, el agronegocio deja dólares.

Se le atribuye a la directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, Raquel Lía Chan, bioquímica del Conicet recibida en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) el liderazgo en la investigación para el desarrollo de este OGM. El desarrollo se basa en un acuerdo empresarial estatal que dio origen a la empresa INDEAR, compuesta con el aporte de gestión empresarial de BIOCERES y la participación del aparato de la ciencia estatal CONICET que pone a disposición el conocimiento científico que se produce con fondos públicos.

Según el ANMAT se hace una evaluación de la inocuidad de un OGM que “se sustenta en el concepto de equivalencia sustancial, que consiste en determinar similitudes y diferencias entre el alimento nuevo (OGM) y el producto «homólogo convencional», ya sea en relación a la presencia de sustancias tóxicas o de nutrientes”.

Sin embargo, hay quienes sostienen, por ejemplo, el Instituto de Tecnología Responsable basado en datos y cifras del Departamento de Agricultura de los EE.UU. y los registros de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. que el aumento de celiaquía podría tener una estrecha relación con este juego de hacer de dioses modificando los genes de los seres vivos.

En este caso en particular vale recordar que el Glufosinato de Amonio es un disruptor endocrino. Y el trigo es algo que ingerimos diariamente.

Según Anred el Trigo HB4 de Bioceres “no cuenta con evaluaciones de impacto ambiental en todos los biomas y no posee ensayos a largo plazo en laboratorio sobre los efectos crónicos y cancerígenos, por la sencilla razón que la reglamentación no lo exige”.

Recordemos que el trigo abarca en el país 5,6 millones de hectáreas (5) y no hay ninguna ley que obligue en Argentina a identificar qué producto contiene transgénicos, como sucede en otros lados.

El responsable principal del lanzamiento y actual cabeza del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Roberto Carlos Salvarezza, explica en su comunicado que: “La tecnología HB4 permite obtener semillas más tolerantes a la sequía, minimizando las pérdidas de producción, mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y da mayor previsibilidad a los rindes por hectárea”.

La resolución señala que el ente sanitario argentino SENASA dijo que “no se encontraron objeciones científicas para su aprobación desde el punto de vista de la aptitud alimentaria humana y animal”. De hecho ya hace cinco años que el SENASA lo había aprobado por primera vez, porque este producto no es nuevo. Solo se venía frenando porque los países a los que le exporta “el granero del mundo” no lo querían. Y en línea con eso es que la Cámara de Exportadores de Cereales argentina (CEC) expresó nuevamente su preocupación por la recepción que tendría la aprobación en cuanto a los destinos de exportación, dado que “previos intentos de desarrollo de trigo transgénico chocaron contra el rechazo al producto en países importadores”.

Con este argumento comercial es que se había frenado la aprobación hasta el año pasado, pero se ve que este año ya todo es posible, dado que se nota que la Argentina apuesta a ser vanguardia transgénica en todos los aspectos de la vida. Una buena noticia para los que solo piensan en dinero e invierten en la materia. Una mala noticia para los que comemos pan.

 

Ulises K.

 

Fuentes:

(1) El Gobierno aprueba el primer trigo transgénico con uso de peligrosos agrotóxicos, Anred.org, 08/10/2020.
(2) 10-enfermedades-provocadas-glifosato
(3) Los dueños del pan: El lobby y los peligros del trigo transgénico, La Vaca, 22/05/2019.
(4) Monsanto, los clanes Kirchner y Macri y un común denominador
(5) Peligro en las mesas argentinas, Páginas/12, 24/12/2018.

Notas relacionadas:
¿Se viene algo distinto u otra vez sopa?

Para más googlee: transgénicos site: original.revistaelabasto.com.ar y encontrará bastantes notas. Lamentablemente no tenemos cargadas todas, pero es un tema que trabajamos desde el comienzo de esta publicación.

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