La zona del Abasto por estas horas está en primer plano por una seguidilla de hechos de inseguridad que exponen el temor diario de vecinos y comerciantes.
El hecho que generó repercusión nacional fue el asesinato de una turista brasileña de 69 años: un hombre con antecedentes psiquiátricos y registros delictivos la golpeó en la cabeza sobre la vereda de Corrientes 3200, frente al Abasto, y la mató. La mujer impactó su cabeza contra el suelo, fue hospitalizada, pero no pudo reponerse de la agresión y falleció.
Según el reporte policial, el hombre la golpeó de la nada, sin ninguna motivación aparente.
La Justicia lo había declarado inimputable en varias ocasiones, pese a los hechos violentos que había protagonizado en el pasado.
Vecinos y comerciantes saben que este no fue un hecho aislado y que se trata de situaciones que suelen ocurrir en la zona.
Para referirse a este tipo de falta de seguridad apuntan hacia personas que están “idas” o “fuera de sus cabales”. Lo resumen en la figura del “fisura”.
En algunos casos se trata de gente en situación de calle con problemas de consumos problemáticos, con actitudes compatibles con problemas de salud mental o vendedores ambulantes con los ánimos exaltados.
Los vecinos hablan de comportamientos erráticos e impredecibles. Hubo muchos casos como el de la turista que no terminaron en tragedia: gente que camina y es agredida por alguna de estas personas sin alguna justificación. Hay quienes exigen dinero o venden mercadería y se ponen agresivos si no les compran.
Entre vecinos y comerciantes hay opiniones dispares sobre la intervención en estos hechos. Hay algunos que reconocen la presencia policial y los patrullajes, mientras que otros afirman que esto no es suficiente para disuadir a estas personas que deambulan por la zona del centro comercial Abasto y los alrededores de Once.
Esta semana la Policía de la Ciudad desalojó y clausuró un edificio tomado en Sarmiento y Boulogne Sur Mer. Se dijo que hacía seis años estaba tomado y que era una parada de recicladores urbanos. Algunos vecinos apuntaron también a la venta de drogas.
“En reuniones de seguridad se recibían reiterados reclamos de vecinos linderos por incidencias generadas en esa esquina con personas que acudían al hotel”, contó la agrupación Buenos Vecinos BA, que sigue temas de seguridad en la zona.
En esta misma esquina el 4 de noviembre una persona resultó apuñalada y su agresor fue detenido por la policía. Los vecinos alertan que hubo varios casos similares en las últimas semanas.
Es más, muchos atribuyen el conflicto a “dos lotes abandonados en esta calle donde la gente rancha, se droga y tarde o temprano se acuchilla”.
En la zona del Abasto y Once hay muchos de estos espacios, sumado a sitios como los paso bajo nivel o los alrededores de espacios públicos.
A este panorama se suman otras ranchadas itinerantes o espacios fijos como la galería del galpón ferroviario del Parque de la Estación, en Gallo y Perón.
Más allá de que en los últimos días se sucedieron los apuñalamientos y el asesinato de la turista, en el cotidiano estas situaciones de inseguridad -lejos de casos como los ataques de motochorros o asaltos a mano armada- ponen en peligro a los vecinos y trabajadores de la zona, sin que haya una solución clara a este conflicto que abarca diversas áreas como la salud mental, la Justicia y la prevención.
J.C.
