Ante familiares y trabajadores de prensa, el fotógrafo Pablo Grillo fue dado de alta este martes por la mañana del Hospital Ramos Mejía del barrio de Balvanera, en Urquiza y Agrelo.
Se trata del reportero gráfico que el 12 de marzo de este año fue herido en las inmediaciones de la Plaza Congreso mientras cubría una marcha de jubilados que reclamaban mejoras en sus haberes: un efectivo de fuerzas federales disparó un tubo de gas lacrimógeno al ras del suelo e impactó contra la cabeza de Grillo, lo que le generó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica.
Al instante fue trasladado al Hospital Ramos Mejía. En estos tres meses fue intervenido en varias ocasiones y estuvo alojado en terapia intensiva. Ahora, Grillo será trasladado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca de Monte Castro para continuar con su tratamiento.
“La gravedad fue mucho más alta de lo que los medios dijeron, estuvo cerca de la muerte”, dijo el subdirector del Hospital Ramos Mejía, Juan Pablo Rossini. Agregó que el fotógrafo ingresó en estado “crítico” y le agradeció al personal de salud por su trabajo “rápido”.
“La noticia que tanto se hizo esperar, por fin llega. Seguimos haciendo fuerza por él y para que todo siga según lo esperado”, señalaron en las redes sociales de la cuenta Justicia por Pablo Grillo, que informa sobre el avance en su salud y también sobre novedades judiciales con respecto a lo ocurrido en Congreso con las fuerzas federales.
“La institución judicial todavía no esta a la altura como esta este hospital del amor de la gente, pero espero que este sea el quiebre, haría falta que llamen a indagatoria, que todavía no lo hicieron, a Guerrero (el efectivo apuntado como el autor del disparo del cartucho). Del Estado nacional ¿Qué se puede decir? Es absolutamente inexistente salvo en las declaraciones mediáticas que fueron todas mentiras desde el inicio”, dijo Fabián Grillo a Prensa Obrera.
J.C.
