El Museo Vivo por las calles del Abasto celebró sus diez años con un recorrido cultural al atardecer del 8 de noviembre que incluyó música, teatro y recreación, del que participaron más de un centenar de personas. La caminata comenzó en el Parque de la Estación, atravesó el antiguo Mercado y visitó esquinas emblemáticas del barrio.

Los organizadores difundieron un manifiesto en el que destacaron: “Este año se celebra la décima edición del museo vivo y comunitario del Abasto. En la noche de los museos, por fuera del calendario oficial, emerge este ejercicio colectivo de memoria. Nadie se baña dos veces en el mismo río. ¿Nadie pisa dos veces la misma baldosa? El barrio cambia, nos cambia… El museo vivo es una forma de dialogar con el pasado desde el presente: no queremos sellar en mármol una identidad conservadora; buscamos hacer una memoria viva… El Abasto es una identidad dinámica, plural, heterogénea”.
Nacido como una propuesta vecinal durante La Noche de los Museos, el proyecto busca promover la cultura y rescatar la historia barrial. En sus palabras: “En cada Museo Vivo jugamos a ser historiadores del barrio… ¿cómo sentirse de un barrio cuando uno ya no es dueño ni de su propia tierra? Museo Vivo propone sentirse parte de un territorio y eso, en la ciudad contemporánea, es contracultural”.
Organizaron y promovieron esta edición aniversario del Museo Vivo por las calles del Abasto: JJ Circuito Cultural (Jean Jaurés 347), Cultura Abasto, Casona Cultural Humahuaca (Humahuaca y Bustamante), Patrimonio Almagro-Boedo, vecinos y vecinas del Parque de la Estación, grupo de teatro comunitario del Abasto-Almagro Sin Telón (Teatro Archibrazo), comisión de asociados del Banco Credicoop – Abasto, UBA CyT – APS y SMC.
Durante el recorrido del Abasto hubo 10 puntos a visitar, uno por cada año del proyecto: Parque de la Estación, esquina de Agüero y Sarmiento (se expusieron actividades de JJ), esquina de Agüero y Corrientes (visita al Banco Credicoop, al frente de la antigua sede de Abuelas de Plaza de Mayo y al frente del Mercado de Abasto Proveedor), Humahuaca y Agüero (donde se emplazó el bar O’ Rondeman y Carlos Gardel cantaba de niño), Guardia Vieja y Agüero (punto de encuentro entre el Mercado de Abasto antiguo de Lavalle y el nuevo que da a Corrientes, el tradicional de los arcos vidriados; un homenaje a Tita Merello cantado por Patrimonio Almagro-Boedo), Humahuaca y Gallo (antigua casa de Luca Prodan y el Bar El Destino), Humahuaca y Bustamante (Casona Cultural Humahuaca, fin del recorrido).
Como es tradición, los organizadores entregaron a quienes que se sumaron a la recorrida un mapa del Abasto dibujado a mano que tenía las 10 postas. En cada parada, se les entregaba una estampilla autoadhesiva para pegar en el mapa: una foto del Mercado de Abasto, una de JJ, una del Parque de la Estación cuando se inauguró una placa en homenaje a Abuelas, entre otras imágenes. Era una especie de álbum de figuritas con la historia del Abasto.
El encuentro comenzó a las 18 en el memorial por Cromañón del Parque de la Estación, donde los impulsores explicaron que la propuesta se basa en “compartir conocimientos, juegos y cultura” y en “mantener la llama de la memoria colectiva del Abasto”.

A modo de bienvenida, se presentaron integrantes del Taller de Canto Comunitario (TACCO), que se realiza semanalmente en la biblioteca del Parque de la Estación y forma parte de los talleres impulsados por el grupo de vecinos y vecinas que luchó por la creación de este espacio público en el límite de Balvanera y Almagro. También estuvo Abigail Zevallos, quien este año encabezó el taller de risa y creatividad en el mismo espacio.
La caminata continuó hacia Corrientes y Agüero. En el trayecto se pasó por la sede del Banco Credicoop, donde antiguamente funcionó la Cooperativa de Crédito Limitada Dante Alighieri. Luego se recordó que en esa misma esquina tuvo su sede Abuelas de Plaza de Mayo (la Legislatura porteña colocó una placa conmemorativa) y se reflexionó sobre la arquitectura del histórico Mercado de Abasto.
En la esquina de Humahuaca y Agüero, donde hoy funciona el restaurante del corredor gastronómico peruano Lung Fung en la planta baja de un edificio de siete pisos, años atrás se encontraba el recordado O’Rondeman. En esta parada, vecinos actores representaron una disputa entre una joven francesa, que afirmaba que Carlos Gardel había nacido en Toulouse, y otro vecino que sostenía que era de Tacuarembó, Uruguay. La discusión se resolvía con una frase que unía a todos: “Gardel es el Morocho del Abasto”.
En la parada de Agüero y Guardia Vieja, integrantes de Proteger Abasto y Patrimonio Almagro-Boedo reflexionaron sobre las distintas etapas del Mercado de Abasto: el antiguo, de estructura metálica hacia Lavalle, y el contemporáneo, de hormigón y vidrio, sobre Corrientes. También hubo tango en vivo en homenaje a Tita Merello, protagonista de la célebre película Mercado de Abasto, un tributo a los trabajadores del barrio.
En Gallo y Guardia Vieja, integrantes del grupo Sin Telón, teatro comunitario del Abasto, interpretaron un fragmento de su obra El Mercado Olvidado, una creación colectiva de vecinos y actores que también rinde homenaje a los antiguos trabajadores del Mercado.
Uno de los momentos más emotivos se vivió en la parada de Gallo y Humahuaca, frente al edificio donde vivió Luca Prodan —en realidad, la casa de una novia suya—. Según cuentan, el músico solía ir al bar El Destino, ubicado justo enfrente, donde compuso varias de sus canciones. Desde la primera edición del Museo Vivo, en la puerta del bar una dupla de vecinos actores interpretaba a Luca y a un mozo, evocando Mañana en el Abasto y reflexionando sobre el barrio.
Rulo, el vecino actor que encarnaba al mozo, fue un integrante fundamental de La Casona y una presencia constante en los eventos culturales del Abasto. Falleció y la comunidad le rindió homenaje. Juan, el actor que interpreta a Luca, brindó por él mirando al cielo y destacó “el poder de las construcciones colectivas y del sentido de pertenencia comunitaria”.

Ya en La Casona, el grupo que recorrió durante unas dos horas las calles del Abasto se acomodó en sillas sobre la vereda para disfrutar la proyección de un video con fotografías que repasaban los 10 años del proyecto cultural, patrimonial e histórico.

“El barrio es el otro, y también somos nosotros… Nuestro Abasto no puede ser nostálgico, pero tampoco ahistórico… Haremos este museo con la certeza de que no tenemos certeza del devenir de estas calles, pero con la esperanza de que ese futuro será, como hasta ahora, colectivo”, cerraron los vecinos impulsores del Museo Vivo en el manifiesto por los 10 años.

J.M.C.

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