Una cuadrilla enviada por el Gobierno porteño realiza tareas de mantenimiento en el adoquinado de la calle Lavalle, casi esquina Medrano, en el barrio de Almagro.
Es por este motivo que hay limitaciones en la circulación vehicular de Lavalle. Los autos deben desviar por Salguero, hacia el norte.
Las cuadrillas tienen sus vehículos estacionados casi en la esquina con Medrano y los operarios trabajan para fijar los bloques de granito al suelo.
En mayo de este año, el Gobierno porteño había informado: “El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, continúa con la ejecución del plan de readoquinamiento, un programa de mantenimiento vial orientado a reacondicionar, preservar y mejorar la circulación de calles con calzada de granito o granitullo en distintos barrios porteños. El plan contempla una meta de 88 cuadras a intervenir a lo largo de 2025. Hasta ahora, 19 obras de readoquinamiento ya fueron finalizadas y 12 más se encuentran en ejecución”.
“El readoquinado nos permite realizar un mantenimiento adecuado de este tipo de calles sin alterar el material histórico. Reutilizamos los mismos adoquines para conservar los elementos originales, de gran durabilidad, y resguardar su carácter distintivo, al tiempo que garantizamos una calzada en buenas condiciones para circular”, explicó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.
“¿En qué consiste el readoquinamiento? Este tipo de calles están cubiertas por piedra natural trabajada de forma prismática, rectangular o cúbica según sean granitos o granitullos, con variadas dimensiones. El proceso de mantenimiento y readoquinamiento incluye una serie de tareas técnicas que aseguran la durabilidad de la superficie: – Retiro de parches de asfalto -en caso de que existan-. – Levantamiento de los adoquines. – Nivelación y compactación de la base. – Recolocación del adoquinado original”, indicaban fuentes oficiales.
“Por sus características, suelen encontrarse en calles de escala barrial que aún conserven su fisonomía o donde se pretende bajar la velocidad o desalentar el tránsito vehicular intenso, protegiendo al peatón, como por ejemplo entornos de escuelas y plazas. En algunos caso también se trata de calles en zonas que cuentan con protección especial por su valor histórico o paisajístico”, sumaban.
J.C.
Foto: Revista El Abasto
