La Ley Orgánica de Comunas de la Ciudad de Buenos Aires N° 1.777 cumplió este mes 20 años de existencia, tras su sanción en la Legislatura porteña luego de un extenso reclamo de vecinos y entidades ciudadanas, muchas ligadas e inspiradas en las asambleas ciudadanas posterior-es a la crisis argentina del 2001.
En 2011 los vecinos votaron por primera vez a los comuneros, una figura de proximidad con atribuciones de gestión contempladas en la Ley. Tienen un mandato de cuatro años y en cada una de las 15 Comunas hay una Junta integrada por siete miembros (seis juntistas y un presidente).
Hace una década y media también empezó el trabajo de los 15 Consejos Consultivos Comunales, asambleas de vecinos y representantes de instituciones. La zona del Abasto se ubica entre las Comunas 5 (Almagro y Boedo) y 3 (Balvanera y San Cristóbal).
El Consultivo tiene la función de “ordenar, canalizar y realizar el seguimiento de las demandas, reclamos, proyectos y propuestas de los vecinos”, también la de “supervisar el cumplimiento de la correcta prestación de los servicios públicos brindados por el Poder Ejecutivo en la Comuna”, entre otras.
A dos décadas de la sanción de la Ley N° 1.777, hay señalamientos y desafíos con respecto a la vida comunal.
Por medio del artículo 35 el Consultivo tiene la función de participar en la “elaboración del programa de acción anual y anteproyecto de presupuesto de la Comuna y definir prioridades presupuestarias y de obras y servicios públicos”. Esto jamás se cumplió y se sostiene que limita el margen de acción ciudadana.
En los hechos, en las reuniones del Consultivo se tratan y votan notas sobre distintas problemáticas locales. Se las envían a distintas instancias de Gobierno, desde la Junta Comunal hasta el Poder Ejecutivo o la Legislatura. No en todos los casos estos temas pueden resolverse mediante esta vía.
En estos años también se apuntó al rol del comunero. Los señalamientos más severos apuntan a que tienen poca injerencia en las políticas definidas por el Poder Ejecutivo. En otros casos, se asegura que el poder central no les brinda todas las herramientas contempladas en la normativa.
Pese a todo tipo de críticas, lo cierto es que tanto la Constitución como las Leyes porteñas destacan la participación ciudadana como un hecho central de la vida democrática.
Para conmemorar las dos décadas de esta Ley, hubo diversas actividades en las que participaron vecinos de la zona del Abasto.
Por ejemplo, integrantes del Consejo Consultivo Comunal 3 fueron parte de un acto que se hizo el 2 de septiembre en la Legislatura porteña junto a voceros y voceras del Interconsejos Consultivos Comunales (integrado por participantes de los 15 Consultivos) junto a legisladores y comuneros.
Al día siguiente hubo una charla debate en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. “Más participación, mejor gestión, a 20 años de la Ley de Comunas”, era el nombre de la convocatoria.
Juan Manuel Castro