El actual aislamiento para preservar vidas es duro. Se ve mucha gente que anda corta de dinero, mal alimentada y deprimida: una puerta de entrada para enfermarse de cualquier cosa. No sería de extrañarse que ante semejante situación de incertidumbre haya más suicidios. Los humanos necesitamos del otro, del familiar, de los amigos y del trabajo.
Indudablemente se trata de encontrar un equilibrio, una apertura que no sea descontrolada para que no se disparen los contagios de esta enfermedad que puede llegar a ser muy fuerte y para lo que llegado el caso se necesitan camas de terapia intensiva y, sin embargo, ir soltando la soga para que la sociedad siga viviendo y no se funda toda la clase media y trabajadora. En ésto las autoridades cargan con una inmensa responsabilidad, no permitir que se abra demasiado el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio pero sí que poco a poco las cosas vayan funcionando.
En ese contexto hay voces disonantes que a veces dan miedo, irracionales con que la peste no existe hasta oportunistas con pedidos destituyentes y claras intenciones proselitistas. Desde acá para nada pretendemos que se baje un gobierno democráticamente electo vía el voto popular mediante operetas berretas, como marchas policiales. Pero, sin embargo, hay mucha información que no cierra. ¿Por qué no coincide la data que dan, por ejemplo, Médicos por la Verdad o la Comusav con la que comunica la OMS y nuestro gobierno? ¿Por qué la OMS y nuestro gobierno se preocupan tanto por desprestigiar curas económicas posibles a esta pandemia mientras incansablemente buscan instalar una vacuna digitada desde los poderes económicos más altos cuyo principio activo es cuestionado?
Se descartó el CDS cuyos defensores sostienen que salva muchas vidas y que se viene usando en muchos lugares. Está permitido con autorización del paciente, por ejemplo, en Bolivia pese a que la presidente no electa no dio el visto bueno pero sí lo tuvo de la oposición en Senado y Diputados. O el ibuprofeno inhalado que se aprobó en Salta, también éste con la autorización del paciente. O la hidroxicloroquina como recomiendan los médicos que hicieron las autopsias en Italia (véase recuadro en este link).
Por otro lado se desestima de cuajo cualquier elemento natural que podría llegar a ayudar levantando anticuerpos como lo han hecho durante siglos, así sea ajo o jengibre, gárgaras con sal o bicarbonato y otras yerbas. Debemos fomentar el alimento sano y la sana respiración de aire puro, sin barbijo cuando uno anda solo por lugares abiertos como la Reserva Ecológica que permanece cerrada. También fomentar el hacer ejercicio. Y de más está decir de la importancia de generar un buen clima en el hogar de amor y felicidad, sin preocupaciones económicas.
Es muy importante la difusión que hacen las autoridades del lavado de manos, al llegar a casa, antes de comer y luego de ir al baño, ¡como nos enseñaron de niños! La costumbre japonesa/nórdica de dejar los calzados de exterior en la entrada del hogar podrá ser adoptada, pero no adoptemos la misofobia, ese miedo excesivo a la suciedad. Porque la humanidad no viene de un ambiente aséptico desde siempre, venimos conviviendo con gérmenes -virus, hongos y bacterias- desde los tiempos más remotos. ¡Tomando los recaudos necesarios confiemos en nuestras defensas!

Rafael Sabini
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