En el corazón del pulmón verde local, vecinos impulsaron un proyecto de intercambio de lecturas que ya se convirtió en parte del paisaje local. Fomentar la lectura es un trabajo de hormiga que rinde sus frutos de formas diversas y misteriosas. En el barrio se cuenta desde hace tres veranos con la Mini Biblioteca Plaza Almagro, ubicada sobre las rejas del mástil central.
Allí un grupo de vecinos fijó una serie de cajones de madera para que la gente deposite libros que ya no usa y a la vez permita a otros tantos llevarse lecturas nuevas a su hogar.
Este tipo de intercambio se sintetizó bajo el lema “Traé y llevá”. Con esta dinámica, se fomentó la circulación de distintos materiales, desde revistas, clásicos, colecciones, fascículos.
Con la idea de que “la cultura será popular o no será”, los impulsores de este proyecto se encargan de cuidar los cajones y mantenerlos en buen estado. También han colocado láminas plásticas sobre ellos para evitar el deterioro en los días de lluvia.
El vandalismo es otra de las adversidades, pero esto no desalienta a los impulsores del proyecto. Conscientes de que habrá quienes hagan un mal uso del dispositivo, siguen adelante porque consideran que el objetivo comunitario es más valioso. A no desalentarse.
“Esta biblioteca es de todos los vecinos. Ayudanos a cuidarla. Funcionamiento: los libros van y vienen, no romper, no vender, no tirar. Los libros son para leer”, sintetizan en un cartel colgado al lado de los cajones.
También, como a modo de cartelera comunitaria hay colgados dos textos firmados por Pedro Broemser. Uno de ellos está dedicado a la amistad, en particular a “los pibes del rioba”: “Queridos amigos, no los lloro, los llevo conmigo”. Es un emotivo relato sobre la fraternidad, el duelo y la nueva vida que llegó tras las consecuencias sociales de la pandemia.
También hay otro texto dedicado al cantor de tangos Roberto Goyeneche: “No se haga mala sangre Polaco, la incertidumbre en el amor es lo que más apasiona”. Es una mención a la estatua que supo estar en el Pasaje Carlos Gardel del Abasto, pero que hace años fue removida, junto a otras figuras como las de Tita Merello y Astor Piazzolla.
A esto hay que sumar la reciente instalación de una foto del vecino y militante popular Rubén Bassignana, fallecido en 2021. Fue un activo ciudadano que se movilizó en las asambleas barriales de Almagro, Balvanera y alrededores, siendo parte de la lucha por el Parque de la Estación y otros hitos locales.
Estos textos y fotos están colocados como estandartes, como señas de identidad e historia. Así, esta biblioteca hace las veces de lugar de encuentro, de espacio para el intercambio de lecturas y un sentir por lo comunitario.

J.M.C.

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