Agregar a Favoritos | Buscar | Preguntas | Mapa del sitio | Contactar |

INICIO HEMEROTECA CARTELERA LINKS CONTACTO BUSCAR

 

             

 

 

PRINCIPAL
CARTELERA
NÚMEROS ANTERIORES
ÚLTIMO NÚMERO
NOTAS ANTERIORES
EQUIPO
SITIOS VINCULADOS
BS AS SATELITAL
BUSCAR
TU BLOG
COMUNAS

 

 

Carta de un inmigrante

Empresa social robada

Baldosas por la memoria

Las medicinas privadas en jaque

30 años del último golpe militar

Los Rolling petrificados

Castells inauguró el comedor en Puerto Madero

Hay cosas que no entiendo

La gestión del gobierno

Gestión mixta por un barrio mejor

“Este barrio va a continuar su prosperidad comercial”

Crece el turismo cinco estrellas

Algunos otros exponentes claves

Empresa de los trabajadores

“Una vez mas el Instituto Nacional del Teatro abandona”

Celulosas y destino de país

24 de marzo

Requisitos previsionales para el régimen de capitalización

La tesis de doctorado del conejo

Desarrollo del periodismo digital

Programa de Empleo Joven

De neoliberalismo a keinesianismo

Escrache a Videla

Bachelet: suma a los nuevos vientos

Destituyeron a Ibarra

Guardia Vieja y Bustamante: esquina mugrienta

Cuando tu auto lo conduce otro: cédula azul

¡Somos el portal Iberoamericano de mayor prestigio!

Terminator: hacia la bioesclavitud






 

 

Indecisión

Ya anochece. Pienso que en el mes de diciembre a esta hora en esta ciudad, podríamos estar gozando de plena luz. Atesoro este detalle por la fecha de su cumpleaños que es el treinta de ese mes y me acuerdo las muchas veces que lo pasamos en la playa hasta que entraba la noche.
     Soy de naturaleza ansiosa. Intento no llegar antes a ningún encuentro pero la ansiedad otra vez pudo más que yo. Esta espera se me hace insoportable ya a los diez minutos antes de la hora pactada.
     Comienza a garuar, corro a refugiarme en un bar desde donde puedo ver perfectamente la esquina de la cita. Sigo esperando, la oscuridad avanza en relación directa con mi confusión mental. Hace veintiocho años que no nos vemos. Tengo curiosidad y temor al mismo tiempo. El otoño avanzado aporta su cuota de melancolía a los recuerdos. Siempre fue impuntual, me digo; pasados los quince minutos de la hora fijada. Pero nunca dejó de venir a una cita, me doy ánimo a los veinticinco. Ahí viene, me confundo viendo un rostro con una fisonomía similar a la suya de hace veintiocho años. Me desespero tratando de hacer mentalmente su identikit actual.
     La confusión se repite a tal punto que un par de veces tengo que contenerme para no salir corriendo y gritar su nombre.
La garúa se convierte en una pertinaz llovizna, disminuyendo mi posibilidad de visión y aumentando mi inseguridad. ¿Me reconocerá?, me digo pensando en la posibilidad de que yo no lo logre. Para un colectivo que pasa por la zona donde me dijo que vivía. Fijo mi vista en su puerta posterior, me parece que baja, que se para unos momentos en la esquina de nuestro encuentro, mira hacia varios lados y comienza a caminar hacia el bar. Mi memoria trata de recordar alguna de sus características físicas. ¡Sí!, sus gestos son los mismos; las luces de un auto que pasa me permiten ver sus ojos azules que tanto me gustaban, sin el brillo de antaño. Sus hombros desgarbados denotan el paso del tiempo; está a unos metros, mi actitud es dubitativa, mis sentimientos se confunden. Me levanto de la silla y desde la ventana pronuncio su nombre sin saber si quiero o no que lo escuche. Sigue caminando unos metros más. Al rato gira lentamente su rostro. No sé si me escuchó. Levanto tímidamente mi mano y nos miramos a los ojos. Tampoco sé si me reconoció.
Llorando por mi indecisión, por mi cobardía de no poder aceptar las huellas que el tiempo dejó en el cuerpo de esa persona que alguna vez quise, salgo del bar y corro hacia el lado opuesto por el que había venido, camino hacia mi departamento. No me atrevo a mirar hacia atrás.
     Una ráfaga de viento parece acercar su nombre. ¡Ana!....
Me miento, logro convencerme de que oí mal.
No me doy vuelta.
    El viento no me acerca ningún sonido más.

Rodolfo Simó
vecino

Revista El Abasto, n° 75, abril 2006.

 

 



 

 

.

Mercado de Abasto Proveedor

Barrio de tango

Carlos Gardel desde el Abasto

Luca Prodan

II Concurso Literaio,Pecados Capitales en El Abasto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Copyright www.revistaelabasto.com.ar - permitida su reproducción mientras mencione la fuente y nos haga llegar el material publicado.