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Entrevista a Vanina Tagini, de una dinastía tanguera del Abasto

La tradición continúa


Hay tradiciones familiares que perduran y nunca finalizan, por más que los años transcurran y varios recuerdos parezcan muy lejanos. El caso de Vanina Tagini, cantante de tango de apenas 25 años, es uno de ellos. Nieta del famoso cantor y gran poeta Armando Tagini e hija de otro letrista, Claudio Tagini (Proyecto Tango), esta joven tanguera de alma charló con revista El Abasto en el famoso restaurante Las Violetas, ubicado en la intersección de las avenidas Medrano y Rivadavia, para contar cómo fueron sus comienzos, cómo es su presente y cómo será su futuro con respecto a lo que lleva en su alma: el tango.

¿Cómo fue que arrancó tu vínculo con el tango?
“Mis bisabuelos hicieron la primera importadora de fonógrafos de la Argentina, que se llamó Casa Tagini, en Avenida de Mayo y Perú. Ahí grabó Carlos Gardel algunas canciones. Además, el anuncio que ofrecía los primeros cuatro discos grabados por Gardel los publicó la Casa Tagini, en la revista Fray Mocho en 1913. Pero con el paso de los años la empresa se fundió. Ya hace mucho tiempo de eso. También, mi abuelo, Armando Tagini, escribió tangos como «La Gayola», «Misa de Once», «Marioneta», «Perfume de mujer», los más reconocidos. Fue un gran compositor y tenía una gran relación con Gardel, quien grabó siete de sus canciones. Después está mi papá, Claudio Tagini, que es actualmente el presidente de la Asociación Civil Proyecto Tango. Y mi mamá, Marta Rossi, siempre cantó tango desde chiquita, es la hermana de Carlos Rossi, una voz muy reconocida. Es por todo esto que mi vida está vinculada al tango, viene todo de familia y uno es como que lo incorpora desde chico y lo lleva bien adentro.”

¿Cuándo fue la primera vez que cantaste?
“El 2 de octubre de 2000, en un homenaje a mi abuelo en el café Tortoni, iba a cantar mi viejo, Claudio. Entonces ahí mismo me dijo que suba a cantar al escenario con él. Al principio estaba muy nerviosa, no sabía qué hacer. Quería salir corriendo (risas). Pero finalmente accedí y canté «Marioneta» ante todo el público. Tenia dieciocho años, y de ahí en adelante no cambié más el rumbo y no paré más con la música. Aunque de más chiquita, a eso de los quince años, cantaba boleros en público, otra onda, digamos. Eso sí, cuando empecé con el tango me enamoré por completo.
      ”Años más tarde, después de haber actuado en distintos lugares junto con mi hermano, hice una prueba en el Tortoni porque necesitaban una voz femenina y parece que les gustó como cantaba y me tomaron. Hace poquito cumplí dos años allí y todo cambió, porque al tener un show constante es muy distinto. El tema es que no pensé que me iba a dedicar de lleno a esto, lo hacía más como hobby. Siempre fue un placer cantar pero en su momento era la tercera prioridad: trabajar, estudiar Trabajo Social, que lo sigo haciendo, y después el tango. Ahora si pudiera dejaría todo por el tango.”

¿Cómo es tu agenda con respecto al tango?
“Canto todo el día tango. En el laburo lo hago también (Risas). También, dos veces por semana hago canto, presento mis shows. Y el resto de mis días los distribuyo entre la facultad y otras actividades. Pero lo que más disfruto son las dos noches, martes y jueves, que estoy en el Tortoni. Es distinto porque cuando uno hace y trabaja de lo que le gusta lo disfruta al máximo. Además el Tortoni está repleto de extranjeros que se vuelven locos por el tango. Y por otro lado, ahora puede ser que empiece a cantar en Café Homero, acompañada con mi hermano, pero no hay nada confirmado por ahora.”

¿Ganaste un premio en 2003?
“Sí. En realidad fui finalista del Hugo del Carril. Igualmente después de ese concurso nunca más me quise presentar en otro.”

¿Por qué?
“El tema fue que no creo mucho en este tipo de competiciones. Específicamente en éste el ganador mereció el premio, pero quizás por lo que uno escucha siempre de los arreglos que existen no me quise ni me quiero exponer otra vez. No sé bien cuál es la explicación. Es algo que no me gusta porque no me siento cómoda, prefiero seguir haciendo presentaciones que es lo que me gusta.”

¿Tenés en mente algún proyecto a futuro?
“Sí, estoy llevando adelante un proyecto para sacar a fin de año mi primer disco. Está muy bien encaminado el proyecto. Gabriel Merlino, que es mi novio, está haciendo todos los arreglos. Y por ahora el único inconveniente que puede surgir es económico, porque es una producción independiente. Pero eso se puede solucionar.
”La idea es que tenga algún bolero y también folclore, además de tango. A mí me gusta cantar de todo. Me gustaría hacerlo variado y que no esté centrado sólo en el tango.”

Para recordar un poquito a tu familia ¿qué recuerdos te trae tu abuelo Armando Tagini?
“No lo conocí personalmente. Falleció veinte años antes de que yo naciera, pero siempre está presente, todo el tiempo. Fue un tipo muy noble, y además fue uno de los mejores letristas de tango, no dicho por mí solamente. Uno de los diez mejores. Pero de tangos románticos fue el mejor.
   ”Me parece que lo que tiene que tener una persona que se dedica a esto es humildad, y él la tuvo. Era muy admirado y querido. Y hay un hecho que siempre recuerdo, que es cuando Gardel le dijo a mi abuelo que iba seguir grabando temas de él, después de haberlo hecho en siete oportunidades, pero pasó lo de Medellín. En aquella época mi abuelo tenía veinte años. Entonces, lo que me queda de él es la imagen de la creatividad y la nobleza.”

Tu papá llevó adelante el Proyecto Tango ¿qué te pareció? ¿estás involucrada?
“Mi papá llevó adelante Proyecto Tango y yo estuve involucrada. Hacía notas para Pro Tango, que era el periódico oficial del proyecto. También había concursos de tango que se llevaron a cabo en el Abasto y de donde salieron muchos cantantes por ejemplo. Y a mi viejo esto le fascinaba porque es un tanguero de siempre. Respira tango. Es más, en una época se empezó a juntar con letristas y con mi ayuda comenzamos cantar los tangos que escribían para promoverlos, por lo que de esa forma surgieron ideas que mi viejo siempre quiso implementar, y gracias a apoyos que le dieron se creó el proyecto. Pero más que nada por el empuje de él, que vive el tango las 24 horas del día.”

¿Alguna anécdota que te haya marcado en lo que va de tu carrera en el tango?
“Cante con mi ídola Sandra Luna, la mejor voz desde mi punto de vista. En el Tortoni estaba cantando ella y me hizo subir. Me gustó desde siempre. Y aquel fue el momento más emocionante de mi carrera. Fue hace unos meses, no fue hace mucho, pero lo recuerdo como un apoyo y nunca me lo voy a olvidar. Son cosas que te marcan. Fue muy lindo.”

¿Pensás que el tango perdió popularidad con el correr de los años?
“Yo creo que si. Pero el tango está volviendo de a poco. Hay una movida que antes, diez años atrás, no existía. Pero todo esto tiene mucho que ver con la situación económica del país. Porque por la crisis muchos extranjeros comenzaron a venir, a ver y a consumir mucho tango, porque en el exterior esta música es una locura. Acá, en cambio, no se le da la importancia que merece. Igualmente creo que está resurgiendo. Hay muchos jóvenes talentosos, por ejemplo mi novio Gabriel Merlino, que como te dije canta conmigo y es reconocido en Alemania.”

¿Y cuándo crees que empezó a decaer?
“En la época de la dictadura se encargaron de eliminar el tango, que es una música que te hace pensar, meditar. La gente se juntaba para escucharlo, era maravilloso. Entonces fue eliminado. En los medios tampoco hay programas de tango, no se le da bolilla.”

¿Qué expectativas tenés para tu futuro? ¿Qué planeás?
“Yo quiero en algún momento dedicarme enteramente a la música, aunque mi carrera de Trabajo Social me encanta también y no la quiero dejar. Pero te digo más, no me imagino haciendo otra cosa que no sea relacionada con el tango. Aunque me lo propusieron en muchas oportunidades, no me veo cantando en una banda de rock, ni en otro tipo de música, aunque me gustan. Simplemente hago lo que me fascina. Tal vez el disco que sacaré a fin de año me abra alguna puerta y las cosas se me simplifiquen. Por ejemplo, el año que viene puede que vaya a Alemania a acompañar a mi novio. La idea es conseguir algunas fechas para tocar con él. Estamos viendo de hacer conciertos juntos.”

¿Crees que podés tener mas éxito que acá?
“No me gustaría que sea así, pero seguramente sí. Es frustrante eso y ni lo quiero pensar, porque el tango es de acá, pero en el exterior seguro voy a tener más éxito. No quiero pensar en quedarme en el exterior, más que nada por mis viejos. Pero más adelante sí, porque mi sueño es viajar por la música.”

Por último, ¿algo que puedas contar que te vincule con el barrio el Abasto?
“Mi abuelo nació en Abasto y eso significa mucho, porque se crió acá y todos sus inicios del tango fueron en el barrio. Y a decir verdad toda la familia a lo largo de la historia está vinculada con el Abasto. Mi viejo, con el Proyecto Tango realizó ese concurso que ya comenté, donde la final fue acá, y hubo como 10.000 chicos.
”Personalmente, viví mucho tiempo en Villa Crespo y después en Caballito. Pero desde hace un año que resido acá en el barrio. Igualmente cuando era más chica canté en varias movidas barriales que se organizaron, como una que se organizó en la cortada Carlos Gardel.”

Gastón Samá

Revista El Abasto, n° 90, agosto, 2007.


 
 


 

 

 

 

 

 

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