Alta posicionamiento en buscadores y directorios Abasto

            

Agregar a Favoritos | Buscar | Preguntas | Mapa del sitio | Contactar |

INICIO GUIABASTO HEMEROTECA CARTELERA LINKS CONTACTO BUSCAR

 


   


 

Otro Café... una empresa social que trabaja para la inclusión desde la salud mental

Desde hace un tiempito la Casona Cultural Humahuaca viene teniendo abierta sus puertas a la mañana y el medio día, concretamente de lunes a viernes de 9 a 15. Sin embargo, no son los mismos casoneros de la tarde quienes sirven el café o la comida, sino que atienden “los Basaglia”, una empresa social fundada con la intención de inclusión socio-laboral basada en la capacitación y el trabajo como derecho de las personas. Así es como diariamente vemos a un grupo de usuarios del sistema de salud mental atendiendo las mesas en un proyecto que no termina con ellos, sino que incluye un gran grupo que apuntala la tarea sin necesariamente servir café.

Entre otros vemos a diario a diario a Stella y Giselle -que cuentan con el respaldo de más operadores, psicólogos, psiquiatras, psicólogos sociales y voluntarios- coordinando y trabajando en el bar de forma “instituyente” (como le escuché decir a Giselle en alguna oportunidad explicando que servir un café no implica para ellos solamente “servir un café” sino que si lo hacen es para sostener este proyecto de salud con inclusión social). Mientras los asistidos están saliendo de diferentes tipos de problemas. Sin embargo, en su conjunto prefieren trabajar para obviar la diferencia de rótulos, por eso son todos juntos usuarios del sistema de salud, y al momento de la tarea todos hacen de todo y todo se discute en asamblea.
Al consultarle a Stella sobre cómo se sienten en el nuevo emprendimiento me explica que “en esta puesta en marcha emergen las capacidades, gustos, posibilidades que cada uno fue encontrando en los diferentes roles que requiere el funcionamiento mediante la adquisición de habilidades específicas en gastronomía”. “Gracias a la medicación pueden llevar una vida normal y cumplir con el trabajo”, por lo que el visitante no notará los problemas. Sin embargo, la coordinación requiere tener en cuenta las limitaciones de cada uno y respetarse en eso, acompañando a cada uno en sus capacidades. Cuestión por la que cae de maduro que las empresas sociales no tienen como primer objetivo hacer dinero.
Stella se ocupa de nombrar a dos de los muchachos que están de vacaciones “Enrique y José María se fueron a Chapadmalal. Y como Enrique es de los que más sabe de cocina estamos casi sin cocinero”. “Pablo está casi siempre de mozo, pero ahora, cuando vuelva Enrique, la idea es que él pase a atender la gente y Pablo pase a estar más detrás de la barra. Maxi está participando cada vez más y está aprendiendo lo del café, que le viene enseñando José María”, cuenta Stella mostrando como ellos mismos se van apuntalando y pasando el conocimiento mutuamente. Alberto se viene ocupando de la caja y Oscar ayuda en el salón. Luego remata la búsqueda actual: “La idea es ir viendo cuál es el rol que le viene mejor a cada uno”.
Al notar que Giselle, que viene casi todos los días, no está, Stella, me explica el por qué: “Es que nosotras estamos viendo de qué manera podemos seguir con estos horarios porque no tenemos subvención. Por ende, tenemos que mantener otros trabajos para poder estar acá, hasta que no consigamos un ingreso para sostener los cargos y poder dedicarnos de pleno. La idea es que estemos siempre las dos; porque una se requiere detrás de la barra con la parte de gastronomía en sí, en el manejo de la elaboración de alimentos, y la otra se requiere en el salón, con la atención y el apoyo necesario en la atención de las meses y el cliente”.
Luego me cuenta que “para que la parte visible esté se requiere el aporte de todos los operadores que trabajan para hacer contactos institucionales, por ejemplo, con cátedras universitarias (en este momento una de Económicas y dos de Psicología, todas de la UBA). También buscan subsidios y trabajan para difundir el Basaglia”.
Cuando entramos en el tema de la clientela Stella cuenta sobre la dificultad de la puesta en marcha: “El tema es ir instalando el lugar. Es nuevo que este lugar está abierto de día. Hay ya lugares alrededor que tienen una clientela ya fija. Aunque ya tenemos varios vecinos estables y otros de paso. Pero tal vez lo más fuerte es que diferentes grupos se vienen juntando regularmente. Acompañantes terapéuticos del ADOP (Atención Domiciliaria) del Ameghino. También viene una agrupación de la UNQUI.” Cabe agregar que también se han festejado cumpleaños. Y que la Red de Medios Barriales, ahora devenida en cooperativa, se junta una vez por mes aquí.
Es un medio, válido, útil, para la reinserción social desde el trabajo. Ellos necesitan un respaldo desde entidades establecidas de salud mental a nivel estatal. Es necesario, sostiene Stella, “generar las condiciones para que este tipo de emprendimientos funcione. Acá se ven logros importantes: desde desayuno y almuerzo asegurado; adquisición de hábitos como de alimentación e higiene y también sociales, como mantener una conversación, el cumplimiento de horario... cuestiones que van más allá de atender un bar. También hubo momentos de exigencia, como cuando acá el otro día se juntaron cien personas para discutir sobre la ley de economía social y solidaria, momentos en que hay que saber que la otra persona va a estar y va a responder. Ese día contamos con apoyo de otras operadoras.”
Un emprendimiento como Café Basaglia genera necesariamente interacción con otras empresas sociales similares por eso tienen los manteles individuales hechos por la gente de “Artesanías Urbanas”, mientras la remera que luce el logo que les hizo Rep la imprimieron con “Viva Estampa” y todo lo que es panificación viene de “De Hierbas y Especias” del Tobar García. También participaron de una feria itinerante con otros emprendimientos de salud mental. Maxi cuenta que participa de actividades de Borda en Movimiento y Frente de Artistas del Borda. Por ahí también está la radio La Colifata. Pablo que es músico, por otro lado, está conformando una banda tutelada por otros trabajadores de salud mental. La búsqueda, queda claro, en este tipo de emprendimientos es insertar socialmente a personas que por diferentes motivos pasaron por momentos difíciles.
Deberían estar en sintonía con el ejecutivo porteño, ¿no? Porque Macri dice que quiere desmanicomializar... le disparo a Stella intuyendo que no todo o que brilla es oro. Su contestación no deja lugar para interpretaciones: “No, Macri lo que quiere es privatizar y luego hacer negocios inmobiliarios con las tierras de los hospitales psiquiátricos”.
Entonces, ¿con qué apoyos legales y materiales cuentan este tipo de emprendimientos? le pregunto a Stella. “La ley está, pero no se está empleando. Para hacer lo que dice la ley se necesita, tal vez tomar de los fondos que se utilizan para las estructuras tradicionales, carcelarias, y dirigir algo hacia otros tipos de emprendimientos con función social, que no sea la de retener las personas detrás de los muros, sino que ponerlas en circulación. En el caso nuestro ni siquiera podemos tener dos sueldos para dos que sostengan el emprendimiento. Y no estamos hablando de mucho dinero. A cambio se tiene a la gente circulando por otros espacios, integrados, logrando viajar, ser parte, trabajar en grupo, eso no se paga con nada”.
Cuenta que hasta ahora consiguieron dos apoyos: “Una beca básica para los usuarios del sistema de salud mental que consiste en muy poco dinero que les permite moverse, más allá de que tienen sus pases para los medios de transporte”. Y para el capital inicial tuvieron un aporte de Italia –gracias a Proyecto Isole– que “permitió comprar objetos: freezer, cafetera, tazas y algunas más cosas para el bar”. Cabe agregar que el contacto originario para gestar el bar acá lo había realizado Rafaelle Govena que lamentablemente falleció hace unos meses.
Para ir cerrando. Al Café Basaglia no lo ven como un negocio, ni siquiera como un trabajo, sino como un tratamiento sin lucro. De hecho, cuentan, que aún no cierran los números y es gracias al cobijamiento de la Casona que se sostiene. Stella explica: “más allá de algún subsidio se necesita la presencia del estado. Sino terminamos siendo ONGs que cumplimos con las funciones que el estado no cumple y nosotros queremos más bien una pata del estado dentro del emprendimiento”.

R.S.


Caffè Basaglia, Torino
En el Café Basaglia del Abasto colabora de voluntario Davide, que viene de Torino, Italia. Él conoció la experiencia del Caffè Basaglia de dicha ciudad. Cuando pasaron de visita Sasha Manzo y Ugo Zamburro, gestores de aquel referente, cruzamos unas palabras con ellos que nos contaron que comenzaron en 1999 con aquel Basaglia y que en la sede actual están hace cinco años. Ugo nos comentaba que Italia tiene la tendencia a olvidar los procesos, tanto así que se está olvidando el aporte de Franco Basaglia, así como también, como otro ejemplo, ya no quedan empresas recuperadas que fueron una iniciativa originaria de allá. En cambio, sostiene, en la Argentina se sigue luchando de diversas maneras para desenvolverse y modificar la realidad.

Instrumento de liberación
Franco Basaglia (1924-1980) fue un psiquiatra y neurólogo italiano que impulsó una de las reformas de salud mental más importantes del mundo, cuya estrategia se centró en la inclusión socio-laboral de las personas, con un compromiso indispensable por parte del estado. Es el fundador de la desmanicomialización en Italia y en el mundo. Muchas de sus ideas se han transcripto de una serie de conferencias –hoy recogidas en libro– que hizo en 1979 en San Pablo, Brasil, en las que reflexiona sobre la locura, la sociedad y la emancipación. Basaglia fue impulsor de un par de revolucionarias modificaciones en los manicomios de Gorizia y luego Trieste.
Sobre su primera gran experiencia rescatamos un parrafito que permite vislumbrar sus ideas: “Recuerdo que después de que abrimos los pabellones en Gorizia, en 1963-1964, todos esperábamos ver cosas terribles. No sucedió nada. Vimos que las personas se comportaban correctamente, pedían cosas muy justas: querían comida mejor, posibilidad de relaciones hombre-mujer, tiempo libre, libertad para salir.”
Para Basaglia la lucha de clases está siempre presente y lo deben saber también quienes trabajan en salud mental: “la psiquiatría es siempre opresiva, es una manera de manifestarse el control social”. Para él hay esperanzas cuando el médico acepta el reclamo del enfermo: “entonces”, sostiene “la medicina y la psiquiatría se transforman en instrumentos de liberación”.

Revista El Abasto, n° 142 , abril 2012.


 

 

Webstats4U - Web site estadísticas gratuito El contador para sitios web particulares
Contador gratuito

 

Copyright www.revistaelabasto.com.ar - Mientras mencione la fuente permitimos su reproducción.