WhatsApp hizo público que a partir de ayer las cuentas que no se ajusten a ciertas normas podrán ser bloqueadas. Dicen que se trata de una nueva medida para “proteger la seguridad de sus usuarios”, sin embargo, se meten con la libertad de opinión de la gente al peor estilo gran hermano orwelliano.
Esta plataforma de mensajería instantánea -que adquirió hace poco el dueño de Facebook- viene incorporando nuevas herramientas. En línea con eso habilitó recientemente nuevas funciones como las reacciones y los mensajes temporales así como también mejoras en su versión web hoy se puede hasta abrir desde un portal. Ahora WhatsApp comunicó que, a partir del 31 de julio, las cuentas que no se ajusten a ciertas normas podrán ser bloqueadas. A continuación puntualizamos “las infracciones”:
“Promociones falsas”: corresponde, dicen, a “mensajes publicitarios o de propaganda política”. Descritos como con “el objetivo de obtener datos personales de los demás usuarios”.
“Spam”: “Una de las modalidades más recurrentes de la aplicación es el envío de cadenas de mensajes que recorren cientos de chats y grupos”.
“Temas ilegales”: Por ejemplo, si alguien le pone “Pedofilia” a un grupo, podría suceder que WhatsApp “bloquee a todos los miembros del grupo”.
“Rumores”: En realidad se trata de discursos que no se adaptan a su versión de los hechos. Ellos hablan de “desinformación”, sin embargo, la realidad es que los pulpos de la Internet buscan combatir otras voces con tal de que solamente circule un discurso único, adaptado en beneficio de los grandes capitales donde nada se pueda cuestionar. Por eso en esta cuarta “revolución industrial”, como le gusta decir a los multimillonarios del Foro de Davos, no solamente plantean el objetivo de que la tecnología “pase por nuestros cuerpos” sino que buscan también que se controle todo lo que se dice y en lo posible también lo que se piensa como orgulloso y feliz comentaba el expresidente de Chile, Piñera. Lo “aceptado” lo dictan los verificadores (fact-checkers) que están financiados por fundaciones de Soros, Gates y otros magnates de los que tienen la sartén por el mango.
¿Tal vez sea hora de una migración masiva a alguna plataforma que respete la libertad de expresión? ¿O será momento de desconectarnos de su matrix?
U.K.
