Nos citamos
con Cladia Levy en el cheboli
de la esquina de Gallo y
Lavalle, donde almuerzo
de por medio pude conocerla
mejor.
“La
Maitena del tango”
Cladia Levy
es una mujer vivaz y cuenta
que aún hoy juega
al fútbol con sus
hermanos. A todo esto cabe
agregar que vino en bici.
Pero no fue la parte deportiva
la que me atrajo sino su
actividad en el tango donde
no solamente canta sino
también compone.
Ella se presentó
diciendo: “Pertenezco
a la nueva camada de compositores
de tango. Canto y compongo
desde la mujer. Me llaman
la Maitena del tango. Aparte
de ser irónica trabajo
temas muy actuales y muy
de mina. Cosas que no se
podrían haber escrito
en otro momento. Con vocabulario
de ahora, temática
actual. No canto sobre aquella
ciudad de farolitos y facones.”
¿Cuál
es tu formación musical?
“Yo vengo del rock
donde también tenía
temas propios. Estaba en
una banda se llamaba La
Levi. Pero lo primero fue
una formación clásica,
toco el piano.”
¿Qué
cuestiones de la actualidad
plasmás en tus letras?
“Temas que trato son
por ejemplo uno de amor
entre un travesti y un tipo.
Para eso me acerqué
a un hotel donde vive un
grupo de travestis para
preguntarles si lo que estaba
escribiendo era posible.
Y sí, me decían:
hay muchos travestis que
están de pareja con
hombres.
“Otros temas son los
plantones que nos hacen
los hombres. Es como la
contracara del «hombre
machista y víctima».
“También tengo
otra línea como más
tierna que he compuesto
para mi abuela y para mi
hija. Me gusta jugar con
los extremos de hacer reír
a la gente y hacerla llorar.
Lo importante es que pasen
cosas.
“La ironía
es como de la época
más rea, años
veinte, más arrabal.
Después el tango
canción metió
mucho de melodía
y se perdió un poco
esa ironía.
“Suelo bajar del escenario
y buscar la interacción
con el público. La
gente no puede estar escuchando
una hora cosas que no conoce.
Temas nuevos requieren mayor
esfuerzo, por eso yo hago
un par de temas míos
y luego un clásico.
En general van con arreglos,
como, por ejemplo, «Neblinas
del Riachuelo». Tuve
el placer de que el hijo
de Edmundo Rivero me dijera
que después de la
versión de su padre
la que más la había
gustado era la mía.
Después, «Malevaje»,
«Muñeca Brava»...”
Ya no necesito insistir
tanto en los clásicos.
Creo que a veces se hace
para no correr riesgos y
por falta de creación.
Hoy a mí me va bien
y la gente me pide mis temas.
Eso me estimula a seguir.
Componiendo más.
No puedo no hacer clásicos,
pero cada vez hago más
propios.”
¿Están
pasando temas tuyos en las
radios?
“Sí. En Solotango
me están pasando
temas. Y en otras radios.
El once de julio sale en
Canal A una entrevista donde
me filmaron en casa.”
¿Bailás
el tango?
“No, me encanta verlo,
pero no lo practico porque
soy una mujer difícil
de dejarme llevar. Hay que
entregarse mucho al hombre.”
¿Sos feminista?
“Siento que ha sido
un movimiento muy importante
que ayudó mucho a
las mujeres, pero está
muy vapuleada la palabra.
Connotada con mujeres machonas,
lesbianas, que odian a los
hombres. Yo hablo de historias
que nos pasan a las mujeres
con los hombres. Al principio
me decían que era
lesbiana. Pero fundamentalmente
me río de todo, incluso
de mí misma.”
Supuse algo así
porque al identificarte
con Maitena que describe
desde la mujer incluso cargándola...
“Claro. Maitena nos
carga a todos. A las mujeres
y a los hombres. Y a las
relaciones. Es como que
hablamos dos idiomas y hay
que hacer ejercicio para
entenderse. Por eso digo
que son tangos de mujeres,
pero no tangos feministas.”
Vi en tu web que
tenés hechos un par
de viajes a Europa…
“Sí. Cuando
viajé lo hice con
intérprete porque
una de las cosas más
grossas que tiene el tango
son las letras y quiero
que el público las
entienda. Uno fue a la Cumbre
Mundial del Tango, en Sevilla,
2005. Y otro fue al Festival
de Tango de Granada. Y he
participado ya de cuatro
Festivales de Tango Internacional.
“Además gané
cuatro menciones en el Fondo
Nacional de las Artes. Estuvo
lindo ganar premios.”
¿Cuándo
y dónde actuás
próximamente?
“Estoy por ir al Homero
de la calle Cabrera. Además
el viernes 28 de julio actúo
en Almatango, Sarmiento
y Bustamante.”
R.S.
Revista El Abasto,
n° 78, julio 2006.